El que a buen árbol se arrima…

Hoy se cumplen nueve años de la quiebra del cuarto banco más importante de los Estados Unidos, el Lehman Brothers, que dio inicio a la crisis financiera y luego económica más severa desde principios del siglo pasado; pero, las circunstancias han variado y ayer, tres días después de que la presidenta de la FED, Janet Yellen, comiera con Ivanka, la esposa del presidente Donald Trump, éste le dio un fuerte espaldarazo.

Con ello provocó reacciones muy diversas. Por un lado, los indicadores de la economía que iniciaron la jornada del aniversario trágico con un promedio de 50,107.86 puntos, se fueron a la baja, hasta llegar a -57.02; pero, después de escuchar las palabras del presidente respondieron favorablemente y terminaron el día con una recuperación que se situó en -0.11%. Y es que, si la señora Yellen sigue es más probable la mejoría.

Aunque Trump dijo que aún no decidía quien habría de hacerse cargo del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, cuando Janet concluya su periodo, aseguró que: “Me gusta la actual presidenta Janet Yellen. Yo respeto mucho a la presidenta Yellen. Me gusta y la respeto, pero aún no he tomado esa decisión”, dijo Trump, dando indicios de que podría ratificar en su cargo a Yellen, al final de su mandato de 4 años.

Ese apoyo no es gratuito, toda vez que la doctora en Economía por la Universidad de Yale y autora de varios libros sorprendentes sobre la teoría económica, que de forma curiosa refuta como hipótesis altamente cuestionable, fue la primera en advertir el peligro de la burbuja inmobiliaria que infló artificialmente el precio de la propiedad raíz, provocando una prolongada etapa de financiamiento de las hipotecas basura, que finalmente no pudieron ser cubiertas ni recuperadas porque no había valor prendario.

Al hacerse cargo de la presidencia de la FED lo primero que hizo fue mantener bajas las tasas de interés de referencia, convocando a los poseedores de capital a realizar inversión productiva para crear empleos y lograr el círculo virtuoso de la economía de inversión, producción, empleo, consumo y pago de impuestos. Ha condicionado el alza de las tasas al nivel considerado como normal, a la creación de empleos decentes.

También ha logrado crear a nivel internacional una serie de regulaciones sobre los bancos e instituciones crediticias, a fin de que no puedan realizar operaciones distintas a las que son propias del sistema financiero, dejando de lado negocios especulativs que pueden dejar enormes ganancias a corto plazo; pero que, al mismo tiempo, ponen en riesgo los capitales que les han sido confiados a su cuidado.

En su última alocución, ante un grupo de congresistas, sin la menor timidez explicó que: “Cualquier reversión de las reformas financieras después de la crisis debe ser modesta porque éstas han hecho al sistema bancario más seguro y más resiliente, sin que, como dicen algunos congresistas se haya  frenando la economía estadounidense”.  

Cuando Janet cuestiona la teoría económica, hace referencia a los imponderables y a los sucesos imprevistos que vienen a modificar los planes y programas, como acaba de acontecer con los fenómenos meteorológicos que han afectado a estados de la costa este de los Estados Unidos, donde están ubicados varios de los centros energéticos más importantes. El Departamento de Energía habría de publicar las cifras alegres de los inventarios semanales al 16 de septiembre. El consenso general de economistas consultados esperaba que existiera un aumento de las reservas de petróleo de 3.36 millones de barriles, que ya no se dará. Eso modificará las proyecciones económicas.

Por consecuencia, la decisión anunciada previamente de mantener las tasas de interés sin cambio, podría modificarse para moverlas un .25 por ciento, lo que, de todas maneras, sigue siendo una política financiera prudente.

Por lo pronto, es buena noticia la posibilidad de que Yellen siga en la FED.