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El único camino

"La consecución de un alma sana en un cuerpo sano, tal es el fin de la educación”

En una carta a su hijo, dijo el genio del siglo XX: “Toca al piano principalmente lo que te guste, aunque la profesora no te lo asigne. Esa es la mejor manera de aprender, cuando estás haciendo algo con tal disfrute que no te das cuenta de que el tiempo pasa. Yo estoy a veces tan enfrascado en mi trabajo que se me olvida la comida del mediodía…”. Ese genio, que fue tachado como torpe en la escuela, además de resolver los más complejos misterios de la física, entendió que la educación se apropia no se inculca.

A lo largo de los siglos se ha tocado el tema de la educación y, de acuerdo a cada época, se tienen muy diversas formas de asumirla y explicarla. A mediados del siglo tercero antes de Cristo, Aristóteles decía que: “La educación consiste en dirigir los sentimientos de placer y dolor hacia el orden ético”, con lo que daba pie a la máxima que después se hizo popular y famosa de que la letra con sangre entra. En cambio, para John Locke, en pleno Renacimiento: “La consecución de un alma sana en un cuerpo sano, tal es el fin de la educación”. Ya se deja sentir la visión integral del quehacer educativo moderno.

El único camino

Auguste Comte, filósofo francés (1798-1857), aseguró que: “La educación es la única manera de aprender a vivir para otros por el hábito de hacer prevalecer la sociabilidad por sobre la personalidad”. Ya más cerca en el tiempo y la distancia, los constituyentes de Querétaro optaron, en 1917, por una educación formativa, no simplemente informativa y dieron a luz el magnífico Articulo Tercero de la Constitución que actualmente dice que: “Toda persona tiene derecho a recibir educación. El Estado -Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios-, impartirá educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. La educación preescolar, primaria y secundaria conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias. La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente, todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a los derechos humanos y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia”. Muy bonito; pero todavía sin que se haya convertido en una realidad.

Tan alejada está la educación en México de su esencia, que esa entelequia conocida como INE, la define como: “Recibir una educación de calidad, es adquirir las competencias y los conocimientos para asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos humanos”. Por ello, es importante recobrar el tema de la educación y para el efecto qué mejor que esta fecha en que se celebra El Día Mundial de la Educación a propuesta y promoción de la Organización de las Naciones Unidas y de la Unesco misma.

La directora de esta organización, Audrey Azoulay, expresó: “ Dado que ahora más que nunca necesitamos movilizarnos, la UNESCO desea aprovechar este Día Internacional para hacer un llamamiento a la acción, a la acción en favor de la educación. Todos los agentes, ya se trate de dirigentes políticos de alto nivel o de ciudadanos, de Estados y asociaciones, de docentes y padres de alumnos, tienen un papel que desempeñar, a su escala, para que el derecho a la educación sea una realidad para todos. Esta es nuestra responsabilidad hacia las generaciones futuras”. Luego dio cifras.

Las estadísticas señalan que la matrícula en educación primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%; aún así, 57 millones de niños de edad primaria permanecen fuera de la escuela, más de la mitad de ellos en África subsahariana; en los países en desarrollo, una de cada cuatro niñas no asiste a la escuela; aproximadamente la mitad de todos los niños no escolarizados en edad de asistir a la escuela primaria viven en zonas afectadas por conflictos; 103 millones de jóvenes en el mundo carecen de habilidades básicas de alfabetización, y más del 60% de ellos son mujeres y a nivel mundial, 6 de cada 10 niños y adolescentes no están logrando un nivel de competencia mínima en lectura y matemáticas. 

Es por ello que la Unesco señala que el objetivo de lograr una educación inclusiva y de calidad para todos se basa en la firme convicción de que la educación es uno de los motores más poderosos y probados para garantizar el desarrollo sostenible. Con este fin, el objetivo busca asegurar que todas las niñas y niños completen su educación primaria y secundaria gratuita para 2030. También aspira a proporcionar acceso igualitario a formación técnica asequible y eliminar las disparidades de género e ingresos, además de lograr el acceso universal a educación superior de calidad.

Este Día Internacional de la Educación, sería bueno abundar en el tema y lograr avances substanciales.