Editoriales > INVITADA

El juicio

En Estados Unidos es obligatorio el servicio de asistencia a los juicios orales para cualquier ciudadano norteamericano; son elegidos al azar mediante un sorteo y luego pueden ser excusados si se encuentran imposibilitados de asistir a las sesiones, o si hay alguna incompatibilidad como la de tener algún tipo de "prejuicio" con el acusado.

El juicio para el mexicano Joaquín Guzmán Loera, inició la semana pasada con un jurado  compuesto por doce elementos, se dice que tres de ellos hablan español y otros tres más tienen familiares que trabajan en algún reclusorio o lugar donde se imparte justicia.

El juicio

El jurado permanecerá en el anonimato, se trata de siete mujeres y cinco hombres, quienes serán escoltados hacia y desde la corte por alguaciles de Estados Unidos y tendrán la labor de decidir si el mexicano es culpable de 11 cargos relacionados con tráfico de drogas, lavado de dinero y armas de fuego.

La selección del jurado por la que pasaron más de cien personas fue llevada a cabo bajo el máximo secreto, aunque la tarea de selección se le complicó a la fiscalía mucho más de lo común.

Un joven que recibió el llamado para ser jurado, acepto rápidamente el cargo porque dijo que “admiraba” a “El Chapo’’ y tenía gran curiosidad por conocerlo y pedirle su autógrafo… por supuesto la fiscalía rechazo su participación; así como la de ocho jurados más por motivos similares.

Un jurado lloró desesperadamente ante el juez porque dijo que temía no poder soportar la atención que recibiría si se revelaba que ella era parte del panel; pero, finalmente, quedó entre los elegidos después de que la defensa argumentara que si se la excusaba "sentaría un mal precedente, de que los jurados podrían eludir su deber con algunas lágrimas".

"El Chapo" está acusado de ordenar la muerte de miles de personas mientras lideró el Cártel de Sinaloa; además, del ingreso ilegal de más de 200 toneladas de cocaína a Estados Unidos y la fuga de dos cárceles mexicanas, la primera en un carrito de la lavandería y la segunda por un sofisticado túnel que construyeron ingenieros mientras eran apuntados por sus sicarios.

Los abogados argumentaron ante el juez que "El Chapo" ya no representa una amenaza para nadie porque es imposible que se pueda comunicar con sus hombres desde la cárcel en la que se encuentra.

Ahí permanece encerrado en una celda durante 23 horas al día. En la hora restante, está obligado a hacer ejercicios y una vez por semana se le permite recibir visitas de sus abogados y de sus hijas mellizas de 7 años.

Una vez al mes se le permiten dos llamadas de quince minutos con su madre y su hermana, que obviamente son grabadas, por lo que sería prácticamente imposible que Guzmán pueda mandar instrucciones a sus socios para que "neutralicen" a algún testigo.

De hecho, salvo que el gobierno esté sugiriendo que el equipo que trabaja en su defensa podría transmitir las órdenes de Guzmán, no hay ninguna forma realista en la que pueda hacer algo en contra de los testigos.

Lo más probable es que la defensa ahora se encargue de presentar una larga serie de amparos y de pedidos de nulidad del juicio, pero está descartada cualquier posibilidad de que "El Chapo" se convierta en un "testigo protegido" a cambio de que entregue toda la información que tiene sobre el Narcotráfico en México y Los Estados Unidos.

Para “El Chapo’’ no hay ninguna oferta sobre la mesa y se espera reciba cadena perpetua o al menos 25 años en prisión si se declara culpable.

La defensa va a intentar desacreditar a una larga lista de testigos cooperativos, miembros de los carteles colombianos, socios del Cártel de Sinaloa, transportistas mexicanos de la cocaína, "coyotes" que pasaban las drogas por la frontera y distribuidores dentro de Estados Unidos. Ellos son los que tienen información sobre los asesinatos de rivales, funcionarios del gobierno y jueces, así como de los sobornos pagados a los políticos.

Por lo pronto el juicio más esperado de la historia ya impactó a los mexicanos cuando la semana pasada uno de los abogados de Guzmán Loera declaró que ha pagado al presidente de México Enrique Peña Nieto y al expresidente Felipe Calderón Hinojosa millones de dólares en sobornos… por supuesto que ambos negaron rotundamente la acusación.

La credibilidad del abogado de “El Chapo’’ podría estar limitada, pero tristemente la credibilidad de Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto aún se encuentra por debajo.

Como decían la mayoría de los “memes” en redes sociales: ¿a quién le creemos a un delincuente que ha dañado la seguridad del país, enriqueciéndose impunemente, o le creemos a “El Chapo’’?

El juicio apenas comienza…