Duras críticas

Las medidas implementadas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para obstaculizar el tráfico por los puentes internacionales que unen a ese país con México, han recibido duras críticas de personas, empresarios, organizaciones civiles, políticas y sociales, a las que se han sumado altos mandos de las fuerzas armadas, a los que quizá sea bueno que el mandatario escuche, porque, sin lugar a dudas, saben lo que dicen. Lo saben y lo saben bien.

Ayer mismo, el  senador demócrata por Illinois, Richard Durbin J., vice presidente de la Subcomisión de Apropiaciones de la Defensa, se refirió a los comunicados internos que hizo circular el general del Cuerpo de Marina, Robert Neller, en los que asegura que los recortes que se han hecho al presupuesto de la Defensa para destinarlo a la construcción de un muro en la frontera con México, han afectado severamente los planes y programas de capacitación del personal de Marina y los de mejoramiento de las condiciones materiales de sus bases dentro y fuera del territorio.

Textualmente dijo Durbin en su declaración a los medios que: "Si el Presidente no escucha a la gente americana o al Congreso, entonces que escuche el comandante de la infantería de Marina". En los comunicados firmados por el jefe militar, general de cuatro estrellas, se asegura que debido a los recortes, las tropas de élite no participarán en ejercicios previstos en Escocia, Indonesia y Mongolia y se reducirá su participación en ejercicios conjuntos con Australia y Corea del sur, cuyo objetivo es desarrollar las habilidades individuales y colectivas para prepararse para el combate.

Vale decir que el general Robert Neller no es un desconocido; por el contrario, tiene una hoja de servicios abultada y notable. Antes de su asignación actual, fue jefe del Comando de Marines de julio de 2014 a septiembre de 2015 y jefe del comando Central desde septiembre de 2012 a junio de 2014. Oriundo de East Lansing, Michigan, el general Neller se graduó en la Universidad de Virginia y fue Comisionado en 1975. Se ha desempeñado como oficial de Infantería de Marina en todos los niveles, incluyendo el comando de fuerza de seguridad de la Marina Armada en Panamá durante las operaciones de Causa Justa y Promover la Libertad. Es el oficial con mayor experiencia.

De ahí que, como señala el senador Durbin, quizá deba ser escuchado por el presidente antes de que ocurran más situaciones difíciles para los pueblos y los gobiernos de dos países que comparten una de las fronteras más largas de planeta y, sin lugar a dudas, de las más activas.

Estas notas, que han llegado a la prensa y que seguramente levantarán un alud de comentarios, vienen a sumarse a otras circunstancias críticas como son la falta de recursos para reparar las instalaciones militares dañadas por los últimos huracanes, sobre todo en el área de Carolina del norte y Georgia; el cierre del gobierno federal, que afectó programas sociales altamente sensibles y dejó sin recursos de miles de empleados federal que viven al día. Luego se dio la Declaración de Emergencia, con la que el presidente puede desviar recursos de entes como las fuerzas armadas.

El presidente Trump tiene el poder y lo está usando; pero, su popularidad parece declinar por su tirria en contra de México, de los mexicanos y de los migrantes, contra de los cuales apuntan las andanadas de sus cañones; pero, ese ejercicio a modo de la alta responsabilidad que le fue confiada, es lo que pone en entredicho sus posibilidades de reelección el año próximo, cuando es posible que no aparezca en las boletas electorales. La simpatía que despertó su estilo, se agota.

La crónica de la pasada elección presidencial aseguran que fue un logro sorprendente, además, también una carambola improbable. Trump venció gracias a 107.000 papeletas en tres estados: Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Obtuvo casi 3 millones de votos menos que la candidata del Partido Demócratas, considerada favorita desde su posición como secretaria de Estado, Hillary Clinton, pero esa ventaja mínima (0,08% del voto nacional) en esos tres estados lo salvó.

En los días que corren, los medios han señalado que en los tres estados, los electores asustados en inconformes,  ahora le están dando la espalda.