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Doctora Remedios

Estos remedios solidarios consisten, simple y llanamente en que se acepte parcialmente el crédito por 61 mil millones de dólares que ha ofrecido a México el Fondo Monetario Internacional

Asegura un viejo y conocido refrán que “de buenas intenciones está empedrado el infierno”, con el cual se indica que no basta con desear que algo suceda; sino que hay ver todos los asegures para no caer en trampas que agraven los problemas. Aparentemente, el llamado del sector patronal para lograr un acuerdo llamado Remedios Solidarios (Salario Solidario, Seguro Solidario, Bono Solidario), con el cual estiman que pueden paliarse los estragos en la economía nacional y evitar el colapso del empleo.

Independientemente de que a lo largo de toda la propuesta se hace una constante diferencia entre el gobierno malo que no escucha ni atiende, y los patrones empeñados en rescatar al país de la crisis que se deriva de la ruina en que quedaron las finanzas nacionales luego de la borrachera de la última administración y los efectos de la pandemia que ha obligado al cierre de empresas y suspensión de labores. El propio presidente de los patrones dice que el gobierno está atorado, cuando en el mundo entero se reconoce la conducción del país por la ruta de la recuperación económica y el manejo sanitario.

Doctora Remedios

Aseguran que, como no hay respuesta oficial, y los sindicatos se han mostrado insensibles, entonces las iglesias, los gobiernos locales, la sociedad civil tienen que actuar aunque el gobierno de la República esté ausente. No puede asumirse que la exhibición de sus auténticas intenciones sea producto de las mala fe que se perciben sin esfuerzo; sino de la enorme torpeza con que han venido actuando. El líder no se esconde para reconocer que hay: “naturales diferencias entre el gobierno federal y los patrones”.

Pero, bueno. Estos remedios solidarios consisten, simple y llanamente en que se acepte parcialmente el crédito por 61 mil millones de dólares que ha ofrecido a México el Fondo Monetario Internacional y que el 4 % por ciento de esos recursos se destinen a cumplir la propuesta. Pero, además, que los planes de desarrollo del gobierno a través de los proyectos prioritarios, sean suspendidos y que los recursos se dediquen a “fortalecer el empleo”, o sea, a rescatar y refinanciar a las empresas tronadas e inviables.

Importante es señalar que muchas, muchísimas, de las empresas que han tenido que cerrar sus puertas son fantasmas, de las llamadas factureras o inventadas al calor de la corrupción que campeó hasta recién cuando los gobernantes, representantes populares y magnates inventaban empresas para otorgar contratos multimillonarios a sus cuates para hacer obras que nunca se hicieron o que duraron apenas lo suficiente para ser inauguradas y luego abandonadas por inviables. La carretera Reynosa-Río Bravo se ha pavimentado incontables veces por empresas que ni siquiera tenían capacidad para tender el asfalto.

El presidente patronal aprovechó el viaje de la presentación de la propuesta para denunciar todo aquello que a su juicio detiene el progreso nacional y que, curiosamente, tiene que ver con la corrupción que se dio por la complicidad entre el gobierno y el sector privado, y echar tierra, “sin interés político” a las medidas que ha tomado la actual administración para rescatar al país y a los paisanos, todas las cuales han venido a demostrar que el voto mayoritario de los mexicanos estuvo bien fundado y encaminado.

Los remedios solidarios son: 1.- Salario Solidario. Que el gobierno federal cubra el 50 por ciento de los salarios de los trabajadores de salarios bajos, dejando al patrón el otro 50; que en los salarios medios, haya un acuerdo tripartita, que empiece porque el gobierno aporte un 30 por ciento, el sector patronal otro 30 y los trabajadores renuncien a sus ingresos en una parte proporcional. Por último, los salarios altos que se prorratearán exigiendo al trabajador que renuncie al 50 por ciento de todos sus ingresos.

2.- Seguro Solidario. Que el gobierno implemente un programa de ingresos para los trabajadores que han sido despedidos por el cierre de empresas a partir de este año y hasta el mes de agosto, algo así como un ingreso básico garantizado por el gobierno. Evidentemente, las propuestas que se han dado en el Congreso para legislar por una renta básica general, que ya se han implementado en otros países, es muy diferente al seguro solidario que será únicamente para los desempleados y por un periodo límite.

3.- El Bono Solidario. Esto es, que el gobierno garantice recursos para los trabajadores que ingresen a un nuevo empleo luego de la pandemia.

Difícilmente puede encontrarse alguna diferencia entre doña Remedios y la demanda de rescate de empresas, que fue la voz inicial.

La amenaza por delante: “El gobierno hace caso, o el enfermo agonizará”. ¿Será?