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Dime de qué presumes y …

En un regodeo total, el presidente Enrique Peña Nieto dictó una conferencia magistral titulada ‘Instrumentación de las reformas estructurales de México’ en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, dando a conocer un decálogo con las recomendaciones que estimó pertinentes para que los demás países hagan lo mismo.

Luego de que señalara que México es el país más reformador de todos los que integran la OCDE, dijo que: “Con las reformas se ampliaron los derechos de los ciudadanos y se fortaleció el estado de derecho como condición para mejorar la justicia, la seguridad y la gobernabilidad”. Explicó que las permutas legales por las reformas propuestas y aprobadas durante su mandato, fueron: 82 cambios a 51 artículos constitucionales, 37 nuevas leyes decretadas, 110 reformas a legislaciones secundarias y 46 decretos.

Dime de qué presumes y …

El decálogo de recomendaciones propone: 1.-Mientras más pronto se inicien los cambios, más posibilidades hay de lograr su aprobación. 2.-Más es mejor, esto es, no debe ponerse un límite al número de reformas a impulsar. 3.-Hay que procurar tener cerca a los beneficiarios de los cambios para que los apoyen frente a quienes realizan una resistencia muy activa contra aquellos. 4.-Contar con un equipo calificado que esté convencido de las bondades reformistas. 5.- En caso de duda, actúa. Siempre habrá resistencias efectivas diferentes y cuestionamientos a los cambios propuestos. 6.-Comunicar más, nunca es demasiado. Para ello, se debe contar con una difusión amplia de información sobre los fines, alcances y beneficios de las reformas. 

7.- La última palabra la tendrán siempre los tribunales, por ello es indispensable cuidar cada detalle técnico y dar solidez legal a todas las medidas consideradas en un proceso de reforma. 8.-El orden de los factores puede alterar el producto. La secuencia de las reformas importa. La configuración y duración de las alianzas políticas puede variar dependiendo del orden en el que se aprueben o instrumenten los cambios. 9.-El cambio es su propia recompensa. Una vez realizadas las reformas, los ciudadanos irán viendo los frutos del nuevo orden. Eventualmente darán por sentado este orden. 10.-Para ganar hay que arriesgar: Un verdadero proceso reformador que busca resolver problemas estructurales implica necesariamente costos para quien lo promueve.

Luego, dijo una de sus mejores frases celebres: “Quien no esté dispuesto a asumir los riesgos y enfrentar las consecuencias no debe emprender un programa de reformas”.

Apenas acabaron los aplausos de los asistentes al evento, cuando Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), lanzó de su ronco pecho la declaración de que: “A 12 meses de concluir su gestión, el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto tiene muchos y evidentes compromisos por cumplir; sin embargo, las prioridades y recursos del Poder Ejecutivo parecen estar centrados en las elecciones de 2018”. No se anduvo por las ramas el líder empresarial.

No puede descartarse la posibilidad de que De Hoyos esté un tanto resentido por no haber sido invitado a Paris viajando en el avionzote que no tiene ni Trump, y que por ello haya dicho que: “Los retos más importantes y pendientes del presidente Peña Nieto frente a la Nación, son en: 1.- Economía; 2.- Política hacendaria; 3.- Política social; 4.- Política de justicia y seguridad; 5.- Combate a la corrupción; y 6,- Educación. Peña entregará un México tan enfermo de corrupción que la cura puede tomar generaciones”. 

El punto de vista del dirigente empresarial, dista mucho de los encomios que expresó José Ángel Gurria, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): “Se puede usted enorgullecer de estas reformas porque ya han dado sus frutos y seguirán dando frutos”.

Felicidades a don Carlos Romero Deschamps por su nueva reelección, la Patria lo necesita. Felicidades también a las y los Guadalupes.