Editoriales > ANÁLISIS

De aquí pal’ real

Concluidas las negociaciones para la modernización del Tratado de Libre Comercio de la América del Norte con la inclusión de las observaciones que hiciera el equipo del gobierno electo, y con la confirmación de una zona libre en las frontera de México con los Estados Unidos, durante la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores, todo el monte se antoja de orégano para la comarca, que tan afectada fue hasta recién.

La propuesta general para esta zona libre, según dio a conocer el futuro secretario de Relaciones Exterior, Marcelo Ebrard, contempla: Recorrer las aduanas tierra adentro, de 20 a 30 kilómetros; reducción del impuesto sobre la renta (ISR) a un 20 por ciento; del impuesto al valor agregado (IVA) a 8 por ciento; los impuestos especiales a la producción y servicios se modificarán para fijar tarifas de gasolina, diésel y gas iguales a las de EU; a partir del 2019, en toda la franja fronteriza se elevará el salario mínimo al doble; habrá un plan de desarrollo urbano integral para el ordenamiento del uso del suelo, con escrituración de predios para las familias y dotación de servicios básicos a sectores alejados; un programa para garantizar el derecho al estudio y al trabajo a todos los jóvenes y aumento a la pensión para los adultos mayores y discapacitados.

De aquí pal’ real

Este plan ambicioso ha sido considerado como la punta de lanza para el desarrollo de la región que hasta hace poco se había convertido en el patito feo por las afectaciones sufridas por decisiones de funcionarios insensibles tomadas desde un escritorio en la capital del país, como fue la homologación del IVA al 16 por ciento, cuando en los establecimientos del otro lado se paga un poco más del 8%, y otras medidas lesivas.

Al respecto, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Federico Alanís Peña, uno de los más dinámicos promotores de la recuperación de la frontera, dijo que para tratar esos temas la semana pasada se reunió con empresarios del sur del Valle de Texas, con los que coincidió en que los funcionarios del gobierno que tomará posesión el primero de diciembre, tienen planes y programas novedosos que harán recuperar la bonanza que caracterizó a la zona fronteriza en tiempos idos.

A partir de esta semana, agregó, sostendrá una serie de reuniones en México con los dirigentes nacionales de la Cámara para presentar las inquietudes de los industriales de la región y los de todo el estado de Tamaulipas, a fin de que se integren a los que sean expuestos por los de otros lugares de la frontera de México con Estados Unidos y con ellos enriquecer las acciones que se proponen los secretarios, el delegado y los subdelegados del nuevo gobierno. El propósito es que todas las acciones se encaminen en el mismo sentido para lograr la recuperación de esta región de enorme potencial.

Con respecto a los problemas que podrían derivarse del establecimiento del régimen de zona libre en la frontera, explicó Alanís Peña que serán muy pocos en comparación con los beneficios; pero que, no deja de haberlos, como por ejemplo la repercusión del alza salarial en las cuotas al sistema de seguridad social, el otorgamiento de apoyos y el alza de las pensiones. Sin embargo, dijo, todo ello se irá acomodando en el camino.

Por lo pronto, señaló que había sido recibida con beneplácito la noticia del avance en la ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio, que se habían retrasado con preocupación para quienes tienen relación con la industria de exportación, que en la zona tiene gran importancia como fuente generadora de empleos y como motor de la inclusión de la micro, pequeña y la mediana industria en el comercio exterior, como prestadora de servicios y abastecedora de insumos que requieren las grandes empresas del sector.

Por último, señaló que hay confianza en la conducción de los asuntos del país en manos de la administración siguiente.