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Administrando la escasez

Para quienes vivimos la década de los 70s recordamos aquella frase del entonces Presidente José López Portillo: “Debemos aprender a administrar la abundancia”. Bueno, para la elección del 2018 a lo que apuestan los políticos de los distintos partidos y diferentes puestos de elección será para administrar la estrechez.

Para quienes vivimos la década de los 70s recordamos aquella frase del entonces Presidente José López Portillo: “Debemos aprender a administrar la abundancia”. Bueno, para la elección del 2018 a lo que apuestan los políticos de los distintos partidos y diferentes puestos de elección será para administrar la estrechez. Los números macroeconómicos son malos, pero para nada tan graves como la economía familiar de los mexicanos. Es ahí donde las cifras apuntalan el encono y odio hacia el gobierno.

      Los salarios no suben, los pobres son cada día más, mientras la clase media va perdiendo la batalla diaria de llevar el pan a la mesa de forma honrada y honorable.  A los padres de familia les alcanza nada para aportar progreso a la siguiente generación. Difícil ven que sus hijos progresen o puedan llevar siquiera la misma vida que ellos alguna vez recibieron de sus padres. Esa es la tragedia nacional derivada del neoliberalismo económico. Muchos recordamos el progreso generacional que vivimos dentro de una economía mixta y nacionalista. Recordamos que el límite era el horizonte, mientras los obreros y campesinos incursionaban en las filas de la clase media.

Administrando la escasez

       Luego vino la caída de las materias primas al entrar los 80s, con ellas el pretexto del fracaso permitió el regreso del liberalismo económico y la caída de los aranceles. Nos prometieron pasar al primer mundo y nos llamaron bellamente economías emergentes. Bueno, pues tras 30 años estamos peor que en los 70s y 80s. La violencia emanada del hambre y la pobreza extrema la encubren culpando factores externos y hasta lastimosamente ilógicos. Por esa diferencia comparativa de aquellos años fue que los británicos votaron por salirse de la eurozona.

       Y esto en lugar de ser una bandera para los mexicanos, seguimos creyendo que lo correcto es lo que nos dicen los medios de comunicación y las universidades auspiciadas por los grandes capitales. De tal manera que cualquier evento trágico, como el Brexit o los nacionalismos galés y catalán se nos presentan como esfuerzos antagónicos al desarrollo de la sociedad, cuando en realidad son la reacción natural al empobrecimiento de la clase media.

      Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana, reza el refrán. Así que la pobreza es en realidad el verdadero mal de las sociedades, sólo falta que el pueblo entienda claramente el verdadero origen de ese mal, que no es otro que al acumulación excesiva de la riqueza en pocas manos a través de sistemas políticos y económicos que favorecen solo a unos cuantos. Recordemos, los rescates bancarios, como el Fobaproa en México o los mismos en España y Estados Unidos.

Los rescates carreteros, mineros, automovilísticos y las constantes capitalizaciones de bancos y bolsas de valores. La privatización de los servicios básicos públicos y un gran número de sacrificios contra el pueblo en bien de unos cuantos.

      Así que después de hacer referencia de todo este alegato, le cuento que para el 2018, esa cúpula del poder espera hacerse de todo el pastel de una vez por todas y reducir aún más el número de personajes que deciden el bien para ellos y el mal para el pueblo. Porque el enfrentamiento está entre el grupo del expresidente Carlos Salinas y el grupo de Peña Nieto y Videgaray. Parece ser que Salinas no se conformó con imponer a su sobrina en una secretaría y a su amiga Rosario en otra. Salinas ahora va por todas las canicas.

       En una esquina están Meade encabezando el proyecto itamista de Peña, Videgaray y Calderón. Por el otro lado está Ricardo Anaya, respaldado en su esquina por Salinas y el jefe Diego. Pero en medio del cuadrilátero esta AMLO, quien encabeza la única verdadera oposición al régimen político y económico que ha engrandecido la pobreza en el país.

Lo grave de todo esto es que a media pelea los salinistas y los itamistas decidan unir fuerzas para mantenerse en poder y seguir administrando la escasez por seis años más. Como ocurrió en 2006.

Contacto: abeloseguerakernion

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