Urge coordinación en combate a inseguridad

Cuando ya estaban saltando los tamales del cazo por la molestia de los gobernadores panistas hacia la figura de los súper delegados de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR alguien sensatamente recomendó a los gobernadores que en lugar de andar echando bravatas mejor recurrieran a la legalidad y tal parece que por ahí se ventilarán las diferencias: van a promover acciones de inconstitucionalidad en contra del presidente electo, nomas que tales acciones tendrán que esperar hasta a partir del primero de diciembre.

Sobre esto, el presidente electo les respondió, también juiciosamente, que él acatará lo que disponga al respecto la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Con ello deberá darse por terminado ese pleito entre los gober nadores albiazules y AMLO quien no se quedó con el trancazo, les respondió que no será rehén de nadie ni tampoco aceptará chantajes.

De esto no han respondido nada los gobernantes rebeldes que todavía y para que vayan entendiendo como van a ser las cosas, trascendió que López Obrador, ante sus colaboradores de primer nivel al leerle el manifiesto de los gobernantes panistas, dicen que exclamó “ellos son también parte del problema”, otro megatonazo y todo por no reflexionar lo que dicen. Pero afortunadamente alguien fue oportuno bombero y recomendó que esto mejor lo decida la Suprema Corte de Justicia.

El columnista por su parte, como no es abogado, se abstiene de exponer una consideración al respecto, pero por sentido común puedo suponer que, si los delegados del gobierno federal van a invadir las funciones de los gobernadores, la molestia está más que justificada. 

Lo que no queda claro es de qué forma y cuáles de esas facultades son las que invadirían, pero ya tendrán los gobernadores oportunidad de exponer en forma puntual y precisa cuáles de sus funciones son las que van a invadir los llamados súper delegados.

Por el bien de la República, cuando interpongan la inconformidad ante la Suprema Corte de Justicia deberán hacerla pública porque hasta ayer no habían dicho causas o motivos concretos y específicos dejando con ello de manifiesto que el dolor es por otras cuestiones y esas son muy probablemente de tipo político.

Lo que se sabe de esos súper delegados es que van a estarle echando el ojo a los recursos federales que se destinan para la política social. Eso implica que ya no se pueda disponer de ese recurso al libre arbitrio. Es más, aseguran que el recurso–beneficio se entregará en forma directa al ciudadano, para nada van a recurrir a las lideresas que por las colonias se encargan de organizar y distribuir los programas sociales.

Eso por supuesto que les duele tanto a las lideresas como a quienes los organizan, primero porque no la saltan sin huarache cuando distribuyen los beneficios como becas escolares, despensas, y apoyos a los adultos mayores, entre otros, pero a quienes más va a incomodar es a quienes a través de esos programas fincan triunfos electorales.

Esto es lo que yo creo que en el fondo es lo que trae molestos a los gobernadores, una creencia que no es aislada con todas las personas que he platicado sobre ese tema y la conclusión es unánime: en donde lloran está el muerto. Muy pocos son, por no decir que nadie, los que creen que si los gobernadores panistas llegaron al extremo de rebelarse a una decisión del próximo presidente de México es porque ésta fue como un gancho al hígado, pero como dicen en el rancho: lo que no descubre el agua lo descubrirá el tiempo.

Pero mientras la Corte decide quién tiene razón, hay que trabajar y con urgencia. La galopante inseguridad obliga a la coordinación de esfuerzos para que los crímenes no queden en la impunidad como el de “Los Norteños” que causó mucha tristeza por esta región.

Eran muchachos muy conocidos, limpios y por lo mismo estimados. No merecían ese final y si no hay noticias de quienes fueron los autores dentro de las próximas horas, pasará a formar parte de la fría estadística ese doble asesinato. La situación está difícil en materia de seguridad, no solamente en Tamaulipas sino en la mayor parte de los estados de la República.

Hasta donde sé, con excepción de Yucatán, ya no hay entidad que pueda presumir que por sus rumbos no hay violencia, que esto no es lo que nos espanta, lo que asfixia es que se dé y el Estado Mexicano no tenga respuesta para ello. Así es de importante es que a partir del primero de diciembre los tres niveles de gobierno se coordinen, cada quien en su respectiva competencia, o sea, los guardias nacionales combatiendo delitos del fuero federal; la policía estatal y la ministerial persiguiendo delincuentes del fuero común y la municipal, realizando labores de vigilancia por las calles como media de prevención.

Ya sabemos que en Reynosa no contamos con policía preventiva pero tampoco es cosa de que a partir del primero de diciembre se enrole a cuanto sujeto quiera uniformarse.

Hay un sistema nacional de seguridad que debe certificar a quien pretenda ingresar a las instituciones de seguridad pública, o sea que no es cosa nomás de una convocatoria y destinarle presupuesto por lo que el municipio mientras que logra contar con una policía preventiva confiable va a tener que redoblar sus esfuerzos en otras tareas de prevención como alumbrado público, fomentar el deporte, la cultura y la armonía ciudadana en las plazas públicas.

No es solamente pavimentando calles como se mejora la calidad de vida y al reynosense le urge tener lugares de esparcimiento.

¿Pero como va a acudir a las plazas públicas o centros de recreación si bien sabe que en cualquier momento pude ser objeto de una agresión?

Insisto: son tiempos de conjugar esfuerzos, no de rebeliones que sólo conducen al pleito político, pero en el pecado van a llevar la penitencia. Los gobernantes estatales hoy en día en su mayoría no cuentan con el respaldo ciudadano, cual mas cual menos está por abajo del 50 por ciento y otros ni al 30 llegan.

Y si a eso se le agrega que López Obrador ganó en todas las entidades federativas con excepción de Guanajuato, a la hora en que se llegue al extremo del pleito soy de los que creen que la mayor parte de la ciudadanía se va a poner del lado del presidente. Mejor no se den una caladita, se van a llevar desagradables sorpresas.

Usted como yo, amigo lector, bien sabemos que los gobernantes, tanto estatales como municipales viven como dentro de una burbuja en donde solamente ven lo que conviene y no se diga el presidente de México con excepción de AMLO que con todo y lo atrabancado e irreflexivo no se puede decir que desconoce la problemática que agobia a los ciudadanos de a pie.

Cambiando de tema, YAHLEEL ABDALA CARMONA, que como usted seguramente lo sabe es quien ahora dirige lo que queda del Partido Revolucionario institucional, sostendrá hoy en nuestra querida Reynosa un dialogo con los priistas locales.

El propósito es sentar las bases para la reestructuración del comité directivo municipal y las dirigencias de los sectores y jura por todos los santos que ya no habrá dedazo por lo que serán los militantes quienes decidan quién será su nuevo pastor. ¿Será?

Y por hoy, BASTA.

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