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Saquemos a Victoria del pozo

Recién se publicó una encuesta en donde Victoria sale evaluado como una de las peores ciudades para vivir, y no lo dudo. Hasta el Correcaminos es una vergüenza.

Durante décadas Victoria fue olvidada por autoridades estatales (victorenses, que es el colmo), y también, digámoslo como es, por una clase empresarial apática -en la mayoría de los casos-, y en general, acostumbrada a vivir bajo la sombra del gobierno.

Saquemos a Victoria del pozo

También, a las autoridades municipales victorenses se les hizo fácil dejarse llevar por esa inercia, y más que líderes, llegaron a la presidencia municipal mediocres oportunistas de la talla de Arturo Diez Gutiérrez; así lo permitimos. 

Por eso no resulta sorpresivo que salgamos así en esa encuesta. Creo que cada quien debe asumir su responsabilidad. Me explico: 

Empresarios, profesionistas, sociedad civil en general: ¿Qué hemos hecho mal? ¿Qué pasó durante años para que hoy estemos calificados así? ¿Qué hemos dejado de hacer todos? ¿Por qué fuimos omisos?

¿Vivir en Victoria no es placentero solo por malos gobiernos? 

Es una pregunta en serio. Nótese que asumo que los ha habido y que, los hay. Asumo, repito, como autocrítica lo que sostengo. Y creo que esto nos debe convocar a todos a una gran reflexión y a pensar en el resurgimiento de Victoria y los victorenses. 

Eso sí, si Victoria no está peor, es gracias a grandes y valientes empresarios, y a grandes y valientes trabajadores que han dado la cara por Victoria a pesar de los adversos escenarios que hemos tenido.

¿Por qué no pujamos más y le damos la vuelta a esto? 

En enero de 2017, cuando tuve la oportunidad de asumir la presidencia de un organismo empresarial, sostuve: “Ya basta de afirmar que en Victoria todo gira alrededor del presupuesto y que si el Gobierno no tiene suficiente a Victoria le irá mal, encarnar ese dañino pensamiento es lo que nos ha hecho vivir al borde de la mediocridad durante tanto tiempo: pongámonos en camino de derrumbar ese mito.”

Pero, no lo hemos hecho. Y si se ha hecho claramente no ha sido suficiente. 

No nos conformemos, hombre. Exijamos a las autoridades de los tres niveles de gobierno, sí, pero también veamos hacia nosotros mismos, cosas tan simples como no desperdiciar el agua, no tirar basura en la calle, respetar los espacios para personas con capacidades diferentes, ayudar en actividades en la comunidad, y ojo, respetar la ley, empezarían a ser un cambio fundamental para poder realmente revertir el mal momento de nuestra capital.

Francamente, no creo que las ciudades que salieron bien calificadas en la encuesta hayan tenido gobiernos excepcionales, es una tarea de todos, me parece. Pero, dejo abierto el tema en la mesa.

Saquemos a Victoria del pozo entre todos, solo los victorenses podemos hacerlo: nadie lo va a hacer  por nosotros.

¿Qué opinan?