Columnas > GERARDO MORENO

‘Quien te la hace, te la paga’

«¿Vale la pena vengarse?»

Es completamente natural que no siempre las cosas salgan como tú quieres. De hecho, todo mundo se enfrenta a experiencias que los hace estar en el sube y baja de las emociones. Vamos a suponer que alguien importante para ti, te traicionó. Puede ser tu pareja, un socio, una amistad o un familiar; al principio vas a estar vomitando furia de coraje y enojo, pasan los días y brincas a la tristeza y la decepción y ya un poco más fría la situación, brincas al deseo de venganza. 

‘Quien te la hace, te la paga’

A nadie le gusta sentirse expuesto, traicionado o vulnerable. Cuando las cosas no salen como esperas y hay un desenlace inesperado, al principio tu primera reacción es la negación. Lo primero que piensas es: “¡Dios mío, esto no puede estar pasando!”, pero entre más le das vueltas a la situación, más cruda se vuelve la realidad. 

Si ponemos a los niños como ejemplo, te darás cuenta de que ellos tienen un mecanismo saludable de venganza o desquite. Si un niño le quita a otro su juguete, es probable que le den un empujón. No obstante, en menos de tres minutos los niños vuelven a jugar y la amistad continúa. Sin embargo, la historia es muy diferente cuando de adultos se trata y cuando te hacen algo el primer impulso es querer vengarte. La pregunta del millón en este caso sería si vale la pena vengarte o no. 

Es necesario aclarar que no es lo mismo buscar venganza que buscar justicia. Son cosas muy distintas. Cuando la situación fue de dimes y diretes, chismes y patanadas lo más probable es que quieras vengarte. Como terapeuta, te puedo asegurar que la venganza es sinónimo de autoestima baja. Las personas vengativas necesitan la aprobación de los demás y les importa mucho lo que otros piensen de él o ella. Con esto no quiero decir que seas de palo y que te importe un pepino tu reputación. Se trata de ser objetivos y adultos y que puedas reconocer que en las rupturas o despedidas (en cualquier ámbito) es donde se nota la verdadera educación y clase. 

Te recomiendo que cuando te traicionen, decepcionen o hagan trizas tu corazón y esperanzas pongas en práctica la técnica de las “6 i latinas” para detener la venganza y a largo plazo tendrás beneficios muchos más altos, como estar en paz. Así es que pon en práctica lo siguiente:

1. Mantente Inmóvil. Aunque te esté llevando la patada de coraje, no hagas nada. Permite que tu efervescencia mental se disipe para tomar decisiones más prudentes.

2. Sé Invisible. Durante un tiempo procura no acudir a lugares donde pudieras encontrarte a la persona que amenaza tu cordura. No te digo que te escondas, simplemente que pongas distancia crítica (será sólo por un periodo de tiempo)

3. La más poderosa de las “i.” Vuélvete Indiferente. Cuando las personas que te atacan ven que no respondes a sus agresiones, buscarán maneras más agresivas de ofenderte, pero tu propósito siempre será no dar réplica. ¡Eso cala y les arde más que la venganza, ¡te lo aseguro!

4. Decide ser Inmune. ¿Cómo lo vas a lograr? Es indispensable que elijas un foro seguro donde puedas desahogarte, en medida en que puedas platicar con alguien de tu total confianza te sentirás más ligero, lograrás un escudo contra los dardos tóxicos de los demás. 

5. Procura ser Inmaculado. Leíste bien. La invitación que te hago es que después de que hayas llorado, pataleado y berreado, te decidas a bendecir a la persona. Recuerda que a menudo lo parece una “tragedia”, al final se convierte en una bendición. Al final de día, te liberaste de quien sólo iba a abusar de ti.  

6. Vuélvete Invencible. Definitivamente si logras hacer gala de tu clase, educación, prudencia y madurez habrás logrado graduarte en la materia de la congruencia y buenos modales y cuando lo logras terminas con una fortaleza que difícilmente pueden debilitar. 

Ya lo sabes, la venganza al final del día sólo alimenta aquello que ya no necesitas en tu vida. Así es que de hoy en adelante aplica el síndrome de Shakira: “Ciega-Sordomuda” ¡Anótele! Hasta la próxima. 

Sígueme en mi página oficial en Facebook, 

encuéntrame como Coach Gerardo Moreno