Columnas > ENFOQUE

¿Narcoterrorismo?

Hay sacudida en puerta por el mundo laboral a raíz de que ya se aprobó en comisiones en el Senado como delito de delincuencia organizada los llamados Outsourcing, que es una forma de contratar personal al que han venido recurriendo las empresas para evitarse después líos por demandas laborales.

El problema es que no pocas de esas firmas Outsourcing frecuentemente lían sus tratos y dejan sin respaldo las demandas laborales, eso causó molestia en la parte sindical, y le puso el cascabel al gato el senador NAPOLEÓN GÓMEZ URRUTIA, que andaba muy horondo pero la risa se le va a borrar porque CARLOS SALAZAR, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial ya puso el grito de alerta de que si se aprueba en el Congreso de la Unión el que se tipifique como un delito el Outsourcing habrá fuga de capitales y eso sí es para ponerse a pensar. La economía de por sí está en punto cero como para recibir una estocada de esa magnitud.

¿Narcoterrorismo?

El presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que es el padrino político del “Napito” debe tomar cartas en el asunto. No es cosa menor que los del Consejo Coordinador Empresarial estén ya con los pelos de punta.

Siguiendo con temas del gobierno federal, al concluir el primer año de actividades la opinión generalizada es que de todos los secretarios de Estado solamente el de Relaciones Exteriores y el de Hacienda se salvan de la quemazón, los demás, en forma unánime están reprobados.

El que más llama la atención en ese sentido es ALFONSO DURAZO, el secretario de Seguridad Pública, un encargo que ya se vio le quedó grande, de ahí la especulación de que en un momento dado si las cosas no mejoran ese rubro llamarán a MARCELO EBRARD para hacerse cargo de esa paletosa Secretaría, una función que no le resulta extraña. En Ciudad de México tuvo a su cargo precisamente la Secretaría de Seguridad Pública.

Hoy está teniendo un exitoso desempeño como canciller sacando prácticamente las castañas del fuego en la tortuosa relación con DONALD TRUMP, quien ahora nos trae con el crucifijo en la mano por su decisión con respecto al Tratado de Libre Comercio que ahora le llaman T-MEC.

La última presión para firmar ese acuerdo comercial es la de intervenir en los asuntos laborales, desde la fijación de salarios hasta las decisiones en los tribunales electorales. Por supuesto el gobierno mexicano rechaza tal pretensión y eso podría dar al traste con el T-MEC.

Qué cosas, los empresarios mexicanos son los que ahora piden fervientemente no se permita la violación de la soberanía nacional cuando antes era al contrario, y ahí está el caso reciente con la intención de venir a ajustarle las tuercas a los narcoterroristas y dos que tres gobernadores aseguran andan como chivos en cristalería en sus respectivas entidades.

Pero regresando con lo laboral, el espanto empresarial por esa interferencia americana deriva de que los de allá fijarían cual sería el salario mínimo de los de acá y ahí sí que la puerca torció el rabo.

Los sindicatos canadienses han externado su postura a ese respecto. Consideran ofensivo lo que se paga en México con tal de conservar la planta productiva mientras que el presidente DONALD TRUMP siempre ha sostenido que los empleos de Estados Unidos que se han ido para México es por los bajos salarios de por acá.

Si finalmente se salieran con la suya, se supone que lo primero que harán será elevar el salario mínimo y eso tiene en ascuas a los empresarios. Consideran que tornarían inviables a las empresas y no se diga a las maquiladoras que en estampida se irían del país al tener qué pagar mejores salarios.

Un problemón de los mayúsculos es el que se nos viene encima y vamos a prender veladoras porque MARCELO EBRARD logre convencerlos de que una intromisión en las cuestiones laborales de México tendrá funestos resultados para la economía nuestra que a la postre incrementará la deserción rumbo a los Estados Unidos con todo y el muro no podrá contener una migración producto de la falta de empleo. De veras que nos traen con el rosario en las manos.

Por otro lado la Secretaría de Marina por conducto del almirante JOSÉ RAFAEL OJEDA DURÁN, fijo su postura con respecto al narcoterrorismo. En forma clara y por demás contundente precisó que la Marina no va a combatir a la delincuencia como si fueran terroristas.

Razonó que hay estrategias para cada tipo de delitos, pero obvio, no dijo en qué consisten, pero sí dejó en claro que para ellos los narcos no son propiamente terroristas, algo en lo que el columnista coincide. Una cosa fue el culiacanazo en donde ahí sí los esbirros del junior del Chapo incurrieron al terror para obligar al gobierno mexicano lo dejaran en libertad.

Lo mismo se puede decir de los violentos hechos registrados en Villa Unión, Coahuila, poblado al que llegaron sujetos armados y prácticamente se apoderaron de las calles y hasta del palacio municipal.

No se puede decir lo mismo de las balaceras registradas en Nuevo Laredo que si bien fueron terribles no se sabe que haya detenidos por esos hechos y que estos hayan dicho que anduvieron dándole gusto al gatillo para aterrorizar a la población.

Y es que, oiga usted, un topón entre fuerzas armadas y delincuentes no es propiamente un acto de terrorismo como tampoco lo es los encontronazos entre bandas rivales derivadas por ajustes de cuentas. Entonces en ese sentido se tiene qué ser cauteloso al calificar estos hechos como terroristas.

Pero como el presidente Trump ya tenía en mente esa idea desde hace tres meses de intervenir en México para combatir a los narcoterroristas, esa es otra amenaza que pende sobre la soberanía nacional, aunque habrá qué decir, lo que es al ciudadano de a pie, al menos aquí en nuestra querida Reynosa, para nada le molesta que en un momento dado vengan marines a meter orden. Ya la gente está con el agua al cuello con el problema de la inseguridad.

Reportan por las redes sociales el secuestro de señoras cuando se estacionan en farmacias o tiendas de conveniencia. Hay dos casos al respecto, uno en la farmacia Guadalajara de la calle Río Purificación y otro en un Oxxo en la colonia Bermúdez. En este último caso hasta han subido la fotografía para que la gente colabore en la búsqueda de la persona.

Los hechos están sembrando miedo entre las amas de casa. Incluso en escuelas como la Longoria ya han tomado previsiones entre maestros y padres de familia, pero sinceramente no merecemos vivir así, bastante tenemos con salir a ganar el diario sustento en medio de servicios públicos deficientes para que ahora nos estén asfixiando no solamente con asaltos lo mismo a automovilistas que estaciones de gasolina o micro negocios, sino que hasta secuestros por muy exprés que sean.

Y ayer hubo una nutrida balacera en la colonia La cañada, la que llenó de pánico a los vecinos, alumnos y maestros del Conalep, una escuela primaria y un jardín de niños del sector, pero como me dice un vecino, las balaceras ya no son noticia porque se han vuelto algo cotidiano.

Ya basta señores, tomen decisiones porque esto está que arde.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com