Los tamaulipecos lo merecemos ¿o no?

Coincido con Gustavo de Hoyos, presidente Nacional de Coparmex, coincido también con el gobernador de Chihuahua Javier Corral y con el senador Samuel García, pero sobre todo, con el gobernador de Tamaulipas, en que debe revisarse el tema relativo a la distribución de los recursos económicos que el gobierno federal dispersa entre entidades federativas y municipios.

Y, sin tanto tecnicismo, explico:

Como dije, hay corrientes de opinión diversas, desde organismos empresariales serios, hasta gobernadores y algunos legisladores federales que opinan que debe haber un rediseño en la forma en que se distribuyen los recursos por parte de la federación, a estados y municipios.

Esta opinión, que es la que comparto en el tema, sostiene que el actual esquema de coordinación hacendaria se diseñó desde hace décadas, cuando no existían contrapesos y con mayor rigor operaba un centralismo federalista, que orillaba a los gobiernos locales y municipales a tener una organización precaria y que, hay que decirlo, aunque ya ha habido ajustes a las fórmulas de participaciones en los últimos años, las reglas de distribución de los dineros no han sufrido cambios significativos: la esencia de cómo se reparte el dinero sigue siendo igual que antes, muy injusta para gobernadores y alcaldes. 

En nuestro Estado, por ejemplo, el gobernador García Cabeza de Vaca pidió hace días reciprocidad al gobierno federal. Es decir, su lógica es: si Tamaulipas es el Estado más importante del país en materia de comercio exterior, contribuyendo con las arcas federales con 250 mil millones de pesos al año (de los 900 mil millones que la federación recibe anualmente por ese concepto) debe entonces ser recíproco el gobierno federal para que se invierta en obras de infraestructura en la entidad: apoyos a puertos, aeropuertos, carreteras...

Y es que más allá de principios jurídicos en la materia, estimado lector, permítame hacer un juego de palabras, para unirme como deberíamos todos, al gobernador en esta petición: 

Más inversión pública federal para Tamaulipas en reciprocidad a lo que aportamos; y si no una suma proporcional a lo que entrega nuestro Estado, por lo menos sí algo relativamente equitativo; y si no ser un Estado “consentido” por Andrés Manuel, por lo menos que “baje” a Tamaulipas lo relativamente justo; los tamaulipecos lo merecemos ¿o no?

Ojalá que exista pronto en el país una nueva regulación en materia de coordinación fiscal, que de manera realmente equitativa y proporcional distribuya los impuestos de los mexicanos: con estricta racionalidad. 

Creo que eso abonaría a la democracia, además de a la justicia social; pero, por lo pronto, mientras que entra de lleno el tema a la agenda legislativa nacional, estimo que con reciprocidad sería más que suficiente.