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Virus en MORENA

Hace algunos días, de cara al proceso electoral de este año, hubo una reunión de MORENA aquí en la capital. Había de todo: líderes, diputados, militantes, y sobre todo priistas y expriistas.

Nombres muy conocidos del priismo en una junta MORENA no es más que un reflejo de dos cosas: oportunismo y desesperación. 

Virus en MORENA

Creo que en MORENA como en todos los partidos políticos, debe haber un poco de dignidad. 

Y es que, pregunto en serio: ¿Cuántos de los muchos cuadros que estaban ahí presentes creen de convicción en el proyecto del presidente López Obrador? 

¿Cuántos incluso al apoyar a Meade y al PRI en la campaña presidencial, hablaban “pestes” de López Obrador y de MORENA? Por Dios...

Y por si fuera poco, cuando tuvieron la oportunidad de gobernar, muchos de ellos formaron parte desde sus trincheras, de aquella campaña anti peje de: “López Obrador es un peligro para México”, sin dejar de lado el desgaste electoral que traen consigo 1) sus desprestigiados perfiles políticos, y 2) su ya probada proclividad hacia la corrupción. 

A López Obrador le costó toda una vida de lucha social: de batallas arduas en contra del “sistema”, poder construir su proyecto presidencial, así nació MORENA, caray; como un partido con dignidad. 

Para la mayoría de los tamaulipecos resulta de muy mal gusto el vergonzoso escenario de división que en MORENA se está dando, y que hizo posible el priismo “de peso” al sumarse sigilosamente a la “cuarta transformación”; pero de todavía peor gusto es, que además hagan alarde de su “Morenismo”, cuando no hacen más que evidenciar su elevado nivel de incongruencia, y de, como dije al inicio, oportunismo y desesperación. 

“El PRI Tamaulipas nunca se raja”, es el mensaje de la campaña en medios de comunicación del priismo, sin embargo, haciendo gala de su falta de convicciones, gran parte de sus principales cuadros vaya que sí se rajan, y desnudan descaradamente sus verdaderas intenciones.

En fin, en Tamaulipas hay Virus en MORENA: Así, “invisible” empezó pero ha penetrando sus poros y sin mucha advertencia se esparce lenta y silenciosamente.