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La gran generación de nuestros padres

Los actos conmemorativos, celebraciones y honores por el septuagésimo quinto aniversario del “día D”, esto es la invasión de las playas de Normandía, Francia, por más de 60 mil jóvenes soldados de los países aliados contra el ejército Alemán de Hitler, nos explica por qué se les ha denominado la “última gran generación” a todos esos hombres que lucharon para acabar con la segunda guerra mundial, especialmente esos que desembarcaban en masa ese día, sabiendo que serían acribillados y bombardeados, pero que se sacrificaban por sus hermanos en armas que venían detrás y por sus familias que vivían en paz y tranquilidad en América, pero amenazados de sufrir la misma destrucción que vivió toda Europa.

Como testimonio permanente de ese sacrificio hay más de 9 mil tumbas ahí, solamente en el cementerio americano, más otros tantos miles de ingleses y canadienses que desembarcaron aquel 6 de junio de 1944. 

La gran generación de nuestros padres

Esa fue la generación de nuestros padres y abuelos, o los bisabuelos y tatarabuelos de los milenios de hoy, quienes no tienen ni idea de aquellos acontecimientos. Los últimos cinco sobrevivientes del desembarco aliado que liberó a Francia, recibieron la más alta condecoración que otorga el gobierno Francés, la legión de honor, y junto con el grupo de veteranos de la Segunda Guerra Mundial ahí presentes, recibieron el agradecimiento del presidente francés y nuestro presidente por su servicio y la valentía de sus actos a lo largo del conflicto entre 1936-1945.

Aquellos que tuvieron la suerte de regresar con sus seres queridos, formaron hogares y a sus hijos se les denominó la generación de los “baby boomers,” que literalmente se refiere a los bebés nacidos después de los bombazos; y si me refiero todo en masculino, es porque en ese entonces las mujeres no luchaban en el frente, y eran los padres quienes llevaban el único sustento del hogar. Y aunque ahora muchas cosas han cambiado, el sentimiento del hombre al formar su familia sigue siendo el mismo.

El tener un hijo es cumplir con el instinto de conservación de la especie.

Para los hombres, el ser padre es la expresión de la masculinidad en plenitud, pero la paternidad es un sentimiento que requiere de cierta reflexión, pues la primera reacción del varón ante la llegada de un hijo es sorpresa, seguida de arrogancia, confianza en sí mismo, de admiración ante su propia naturaleza y de cómo Dios le ha permitido ser instrumento para prolongar en un nuevo ser su código genético.

Y la mayoría de los casos, los papás tienen que sobreponerse a la sorpresa, aunado al pesado sentimiento de responsabilidad y luego razonar acerca de lo que significa el ser padre el mismo día que nace su primer vástago, pues el ser padre no solo es engendrar, lo que queda claro en muchos casos, donde el padre adoptivo es quien se encarga de dar el afecto, los buenos ejemplos y la buena crianza a los hijos de su pareja. 

Y para las mujeres que se quedan solas con la responsabilidad de los hijos, si tienen el apoyo y la suerte de contar con un abuelo, o tío, que sirva como rol paterno a sus hijos, les es mucho mas fácil el educar a sus hijos. 

Sea cual sea la situación que te haya tocado vivir no olvides nunca que cuentas con tu padre Dios, quien estará ahí a tu lado cuando mas lo necesites. 

Y así como en El confiaron aquellos sobrevivientes del “día D” hace 75 años y hoy le agradecen seguir vivos, tu igual puedes confiar todas tus dudas y en El puedes descargar todas tus penas.

¡Vive un dia a vez!...Ignite the moment!…Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Monseñor Juan Nicolau, Ph.D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es terapeuta familiar y consejero profesional con licencias.