Fiesta Guadalupana

Hoy es una de las fiestas o celebraciones de mayor tradición y también de mayor concurrencia, así como de fervor. Como lo suponen mis lectores me refiero a las festividades en honor de la Virgen de Guadalupe y desde anoche empezaron con peregrinaciones que partieron de diversos puntos de la ciudad con rumbo a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.

Por mi parte espero que independientemente entre los conductores de vehículos se comporten con respeto y paciencia hacia los peregrinos y también confío en que hayan tomado precauciones al momento de encender cohetones.

Ya vimos cómo el pasado domingo lo que era una fiesta de armonía como lo es el encendido del pino navideño en la plaza principal, estuvo a punto de convertirse en una tragedia, que afortunadamente los afectados solamente sufrieron lesiones leves y todo por no tener cuidado en dejar materiales explosivos en cualquier lugar. Una de las bengalas cayó directamente sobre una caja conteniendo cohetes pirotécnicos causando estallidos y por ende quemaduras a las personas que estaban cercanas a ese lugar.

Fueron nada más tres, pero para esos tres fueron todo mundo, y aunque las quemaduras no fueron graves, para ellos fueron de tercer grado, así que no hay porque minimizar el hecho. Mejor tomen nota para que en próximos eventos en donde vayan a utilizar fuegos pirotécnicos ya con las correspondientes precauciones no se vuelvan a repetir los hechos del pasado domingo.

También espero que con motivo de las fiestas Guadalupanas la violencia cese aunque sea sólo por unos días aquí en nuestra querida Reynosa, pero la verdad es un deseo por no dejar de pedirlo.

El domingo hubo cuatro civiles muertos y no de infarto sino con el sello de la casa y ayer a eso de las ocho y media de la mañana por mi rumbo escuché detonaciones que en principio quise creer que eran cohetones pero lamentablemente fueron los tronidos que ya nos resultan familiares pero que no por eso nos aclimatamos.

En Reynosa vivimos con miedo y no creo que lo ignoren las autoridades, por ello resulta incomprensible y hasta estulto que tengan operando los semáforos después de las diez de la noche. Quisiera que un funcionario público experimentara la sensación de impaciencia y temor mientras espera el cambio de rojo a verde en horas de la noche. Es un punto donde el ciudadano está muy vulnerable y además no creo que ignoren que después de las nueve de la noche desciende notablemente el flujo vehicular. Ya andan en la calle solamente los que tienen necesidad.

Aquí ya estamos como pueblo romano que tan pronto oscurecía y la gente se metía a sus casas ante el temor de caer en manos de los vampiros.

Claro que en nuestra querida Reynosa nos resguardamos no por temor a esos míticos personajes que bien sabemos no existen pero los que sí son de carne y hueso y muy violentos son los que andan por la calle lo mismo asaltando que despojando de vehículos y para colmo los “cumplidos” agentes de tránsito que no te perdonan una infracción aunque el conductor se encuentre en total indefensión cuando está esperando el verde del semáforo.

Sé que algunos dirán que si dejan de funcionar los semáforos habrá accidentes a granel. En otros tiempos eso sería indudable, en los actuales que ya para las diez de la noche ya hay tráfico vehicular una decisión prudente es que dejen en intermitentes los semáforos con las luces ámbar. Ahora que si se trata de mantener la vialidad, asignen a los agentes de tránsito en los lugares donde hay semáforos para que regulen el tráfico vehicular.

Todo es cuestión de buena fe pero si cierran los ojos a la realidad y que en Reynosa es que vivimos en zozobrao, dan a entender que lo que le pase a la ciudadanía no es algo que les perturbe el sueño. Si ya saben cómo están las cosas, qué esperan para tomar medidas.

Entre tanto, disfrute con precaución las fiestas Guadalupanas y las posadas que ya están a la vuelta de la esquina aunque hay quienes desde el viernes pasado con motivo de la nevada se arrancaron y grueso a la celebración de estas fiestas que mucha falta nos hacen pero que desgraciadamente hay quienes se empeñan en empañarla.

Y por el mundo de la política, como lo saben mis lectores, el ‘‘chico gandaya’’ se salió con la suya. Obtuvo lo que quería: la precandidatura presidencial del Frente Ciudadano compuesto por el PAN, el PRD y el Movimiento Ciudadano.

Falta saber si todos los militantes de esos tres partidos van a andar en la misma frecuencia de sus dirigentes nacionales que para abrir boca el gobernador ANTONIO GALI FAYAD, de Puebla, no está de acuerdo.

Aparte de figuras notables del panismo como MARGARITA ZAVALA que incluso ya anda buscado una candidatura independiente; RAFAEL MORENO VALLE, exgobernador poblano, así como senadores como ROBERTO GIL ZUARTH , ERNESTO CORDERO y JOSÉ MARÍA MARTÍNEZ, éste último, de Jalisco.

Buen trabajo tendrá para reunificar a todos los albiazules.

Lo mismo sucede al interior del campamento perredista: MIGUEL ÁNGEL MANCERA aunque trata de ocultar su disgusto lo denota y todo por andar abriendo la boca de más. Recuerdo, dijo, que si no se consolidaba el Frente Ciudadano buscaría la candidatura presidencial por el PRD pero con eso de que el Frente, al menos en el papel si se consolidó, ahora tendrá que quedarse a ver los toros desde la barrera pero se da por descontado que no coadyuvará con votos hacia RICARDO ANAYA.

Y el Movimiento Ciudadano andan igual, el alcalde de Guadalajara, ENRIQUE ALFARO, va a buscar la gubernatura pero no quiere que vaya acompañado por los del PAN.

En pocas palabras, ganó la batalla el ‘‘chico gandaya’’ pero con otra de esas victorias perderá la guerra.

Y por hoy, BASTA.

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