En verdad fue ‘histórico’

Nunca se imaginó el presidente Andrés Manuel López Obrador que sus palabras resultarían finalmente proféticas, pero no por la iniciación de las obras del aeropuerto de Santa Lucía anteayer por la mañana, sino más por la liberación de Ovidio Guzmán López, hijo del célebre narcotraficantes Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, porque en verdad fue “histórico” luego de que en lugar de cumplir con la ley en contra de la delincuencia organizada, lo dejó ir con el argumento de que proteger la vida de los habitantes de Culiacán, Sinaloa.

El máximo Jefe de las Fuerzas Armadas pretende hacernos creer que los soldados y efectivos de la Guardia Nacional detuvieron sin ninguna instrucción directa a Guzmán López, mejor conocido como “El Chapito”, cuando es conocido de que ningún militar actúa por sí sólo y sobre todo cuando se trata de un operativo en contra del crimen organizado.

Por más que los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional, general Luis Cresencio Sandoval González y Alfonso Durazo Montaño, respectivamente, se esforzaron en la conferencia de prensa de ayer en Culiacán, Sinaloa, no lograron convencer a la sociedad mexicana de que el operativo militar fallido se debió porque los efectivos actuaron con precipitación para capturar a “El Chapito”.

Y mucho menos se les cree que lo dejaron ir porque no querían que hubiera víctimas civiles por los enfrentamientos entre los militares y los sicarios de El Cartel de Sinaloa, sobre todo cuando pudieron apreciar imágenes del armamento de grueso calibre que tenían en las redes sociales.

Incluso, crece la sospecha entre la sociedad mexicana de que privo la complicidad para dejar ir al hijo del “Chapo Guzmán”, ya que muchos recuerdan cuando el presidente López Obrador otorgó todas las facilidades a la mamá y hermanas del peligroso capo cuando se le aplicó la condena de cadena perpetua por narcotráfico en tribunal de Nueva York, Estados Unidos.

Por más que el Jefe del Poder Ejecutivo Federal afirmé que a través de la política de “abrazos no balazos” se recobrará la paz y tranquilidad social en el país, en los hechos resulta todo lo contrario, como se puede constatar en los enfrentamientos que se han registrado esta semana en Aguililla y Acámbaro, Michoacán; Iguala, Guerrero; y Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Además hay que tomar en cuenta el artículo 150 del Código Penal Federal que dice: “se aplicarán de seis meses a nueve años de prisión al que favorezca la evasión de algún detenido, procesado o condenado, sobre todo cuando el inculpado fue por delitos en contra de la salud”, cuya pena se incrementará cuando quien propicie la evasión fuese un servidor público.

No hay duda de que en verdad fue un día histórico porque la sociedad mexicana tiene la impresión de que el gobierno del presidente López Obrador sucumbió ante el poder del crimen organizado, por más que jure y perjure: “que no puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas”, sobre todo cuando trató de engañarnos con el cuento de que el Gabinete de Seguridad Pública tomó la decisión de liberar a “El Chapito” y él los respaldo.

Por otra parte, pero sin dejar el tema de que en verdad fue histórico el pasado 17 de octubre, debido a que de nada servirá el inicio de las obras del aeropuerto de Santa Lucía porque para entrar en operación requerirá del aval de la Organización Internacional de Aviación Civil (OIAC), cuya misión primordial es la de garantizar la seguridad de pasajeros y aeronaves en el mundo.

Incluso, la controvertida obra podría ser paralizada de nuevo porque los 140 amparos del colectivo #NoMásDerroches siguen en litigio, ya que la revocación de las 7 suspensiones definitivas fue una victoria pírrica porque se enviarán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a fin de que los magistrados tomen una decisión final.

También no se debe descartar por completo la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), puesto que se espera la visita del primer ministro de Singapur, Lee Hsien Long, quien se entrevistará con el presidente López Obrador precisamente para financiar la conclusión de las obras de la terminal aérea en Texcoco.

La reunión está prevista para el próximo mes de noviembre en Palacio Nacional, en donde el primer ministro Lee Hsien Long, ofrecerá invertir en la conclusión del NAIM porque le interesa establecer un centro logístico para el manejo de contenedores de Asia hacia los Estados Unidos.

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