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El poder de la comunicación

Una tarde pasaba un señor con un bote, el cual al exterior decía literal: “se vende tepache”, además establecía el precio, a su paso, coincide con un transeúnte el que pregunta: ¿Oiga vende tepache? Y el vendedor contesta:” No, aquí traigo escondido al Chavo del Ocho.”

Chascarrillo, burla, sarcasmo, sentido del humor o como usted quiera llamarle al diálogo entre dos ciudadanos, uno comerciante y el otro un posible comprador, y un tercero que no existe, el cual es un personaje ícono de la televisión mexicana, el cual, como personaje de comedia, dejó un legado a gran parte de una generación de mexicanos.

El poder de la comunicación

He tratado de encontrar, la siguiente parte de este relato y no lo encuentro, es decir quisiera saber, cómo reacciona el posible comprador ante la respuesta del tepachero.

¿Me asalta una duda, primero, si el transeúnte, era un joven de unos 40 años y conoció en televisión el programa del Chavo del Ocho, ¿querría en realidad conocerlo en persona y pedir su autógrafo?

Segundo, si el transeúnte, era un hombre violento y no aceptaba bromas o que le hicieran “bulliyng”, ¿se le hubiera ido a los golpes al tepachero?

Tercero, si nuestro personaje ficticio, (transeúnte) el cual caminaba por la calle preguntando si vendían tepache, era un hombre de buena fe, afable y con un amplio criterio, hubiera seguido el chascarrillo y su respuesta hubiera sido, “oye que buena broma”, exclamaría, y le soltaría a bocajarro al tepachero: “dame un vaso o bolsa con tepache y de una vez preséntame al chavito del ocho”…soltando una carcajada, esta hubiera sido una respuesta probablemente fuera de todo contexto y quizá utópica.

No sabemos a ciencia cierta, cual fue el mensaje, la respuesta, la reacción y en que pudo acabar este pequeño diálogo, pero desde luego que el lenguaje y la comunicación juegan un papel sumamente importante en nuestras vidas.

¿Ustedes, amigos lectores, pudieran ahora estar pensando, en donde anda nuestro amigo Longoria?, que se salió del tema de opinión, que normalmente realiza y ahora quiere emular al buen escritor Armando Fuentes Aguirre, mejor conocido como “Catón”, y empieza con sus chascarrillos. Nada más alejado de la realidad, por el contrario, de un ejemplo simple, quise llegar a un problema de fondo que actualmente vivimos, en nuestras comunidades, en el país y en el mundo quizá, y en mi opinión es un problema de comunicación efectiva.

Efectivamente, hoy en día los canales de comunicación ordinarios, ya no son tal cual, la teoría en donde se establece que en la comunicación existe un emisor, un receptor, un canal de comunicación con un mensaje, un decodificador del mensaje, sigue vigente, el problema no es ese, el dilema surge en que ahora la velocidad de la comunicación es instantánea, el internet y las poderosas redes sociales han cambiado totalmente los esquemas de comunicación efectiva, ya que ahora el poder de la comunicación en mi opinión va redundar en el efecto que logras con la transmisión de un mensaje el cual no necesariamente tiene que ser verdad, hoy en día la gente cree más fácil una mentira que una verdad y por ello estamos saturados en nuestros portales de cualquier red social de FAKE NEWS.

Se ha perdido la distancia, entre lo cierto, lo que es un rumor, o  lo que es un simple invento, las famosas cajas chinas para distraer la atención, la manipulación de los trendin topic (TT) en twitter o bien la intromisión de Facebook en nuestras vidas, todo ello hace que vayamos perdiendo libertades, que estemos en un gran “big brother” y que cada vez, cualquier personas pueda saber nuestras actividades, nuestras preferencias musicales, de ropa o de cualquier cosa, la comunicación ya no es personal, todo es por medio de máquinas. Estamos en el absurdo de la automatización y la despersonalización de las relaciones humanas.

EN SÍNTESIS, estimo no debemos de perder de vista que en efecto una buena comunicación tiene los elementos esenciales: emisor receptor y mensaje, pero debemos volver a las formas de comunicación tradicionales, al diálogo, a las reuniones, a los escrito sencillos, a los panfletos, a seguir escribiendo en los medios de comunicación impresos, es decir, por mucho que tengamos una avance en las tecnologías, el ser humanos nace de un vientre materno y no de un robot o de una computadora, pensemos en volver a nuestras tradiciones escritas, a nuestras formas de convivencia en orden, nuestros amigos o  los vecinos son parte importante del entorno y desde luego no perder de vista los valores intrínsecos del ser humano y siempre tener como centro de todo a Dios y a la familia.

Nos vemos en la próxima si Dios permite.

mariolongoria55@hotmail.com