El acoso y la violencia escolar

El 'bullying" es un tema que nos atañe a todos. Bullying, es el término en inglés utilizado para describir  una forma de violencia, de agresión entre estudiantes, que puede ser física, verbal, emocional, y hasta cibernética. 

El caso de una jovencita de Massachusetts, llamada Phoebe Prince, quien no hace mucho, se quitó la vida debido a que no aguantó más la agresión a la que la sometían un grupo de sus compañeros de clases, mismos que fueron acusados de causar el suicidio de la escolar. 

Es un caso que llegó al extremo, pero que sirvió para que todos pusiéramos atención a la violencia en las escuelas. 

Desgraciadamente, las agresiones que sufren los estudiantes a manos de algunos de sus compañeros no es algo nuevo. Este fenómeno de violencia se da en todos los niveles escolares, desde el jardín de niños hasta las universidades, y es algo que debe parar, pues todos los chicos tienen derecho a asistir a la escuela sin temor a ser agredidos de alguna forma. La violencia cuando es física va desde empujones, manotazos, pellizcos. 

Pero también puede ser verbal en forma de insultos y apodos, hasta las murmuraciones y chismes que pueden involucrar a un estudiante que muchas veces es tímido y que se guarda para sí mismo toda esta agresión. 

La exclusión es otra forma de violencia, cuando un grupo 'popular' de estudiantes victimizan a otros al no permitirles pertenecer a su grupo, haciéndolos objeto de burlas, etc. Hoy en día, el problema es más grave cuando se unas los mensajes de texto para insultar o diseminar imágenes de la víctima o exponerlo a un gran número de sus compañeros. 

Otras veces, alguien se a poder del nombre de usuario o password de su computadora y haciéndose pasar por él ataca a otros, haciéndolo aparecer como culpable, y por ende poniendo a más gente en contra de la propia víctima. 

Es importante hablara de estos temas en casa, pues de las respuestas de los pequeños es que podremos saber si ellos han sido víctima de este fenómeno, o si por contrario son agresores. 

De cualquier forma, hay que identificar y tratar de parar esta violencia antes que tenga consecuencias irremediables como la antes mencionada.

Los niños que son víctimas de este tipo de agresión, generalmente son tímidos, callados, buenos estudiantes, en otras ocasiones son más pequeños de estatura que el resto de sus compañeros, son gorditos, o presentan alguna característica que los hace diferentes a sus compañeros. Ellos sufre de tensión, ansiedad, y en ocasiones hasta de depresión. Incluso inventan enfermedades para no ir a la escuela. 

Por el contrario, los agresores generalmente son chicos físicamente grandes que suelen utilizar la violencia para obtener sus objetivos, tienden a faltar al respeto a la autoridad, se involucran en peleas dentro y fuera del aula, son más propensos a truncar sus estudios y generalmente tienen problemas de delincuencia juvenil, ya sea por vandalismo o por llevar consigo armas, como el caso registrado esta semana donde un estudiante de primaria llevó un arma cargada a la escuela en La Joya generando el pánico y provocando una gran movilización de cuerpos policíacos de seguridad.

Es importante que todos los adultos que tienen contado con los pequeños se informen sobre el tema y traten de intervenir. Cuando se pone un alto a la violencia en la temprana edad, las consecuencias son menores, no alcanzan a dejar daños emocionales, ni en la víctima ni en el agresor. Los padres y maestros deben hablar de este temas y tratar de formar parte de alguna campaña para terminar con esta violencia. Si tenemos acceso a internet, podemos empezar por revisar el sitio www.stopbullyingnow.hrsa.gov y estar conscientes del gran problema que es la violencia entre estudiantes. Todos debemos unirnos para detener este tipo de agresión. Es importante decir no a la violencia.

…Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Mons. Juan Nicolau, Ph.D. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville.

Licenciado en Teología Sagrada. Es terapeuta familiar y consejero profesional con licencias.