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El ocio y la creación

Estamos ante la continuación de los trabajos discográficos de 1970 y 1980 del legendario Paul McCartney.

Concebido en Sussex, Inglaterra, y producido e interpretado por él solo, "Paul McCartney III" es un álbum que nació de la improvisación: "Todos los días me ponía a grabar con el instrumento con el que escribí la canción y después ponerle mas capas gradualmente; fue muy divertido. Era como hacer música para ti en vez de hacerlo como trabajo. Así que, sólo hice las cosas que me imaginé hacer. No tenía idea que terminaría como un álbum". 

Es curioso e inclusive podría ser una extraña coincidencia. Los tres trabajos como solista del ex Beatle, ahora de 78 años, han tenido como fuente de inspiración algún tipo de confinamiento derivado de una crisis o separación. La ruptura del mítico cuarteto de Liverpool en 1970; la disolución de Wings una década después y la gira cancelada del 2020 por el Covid19. Como siempre la paradoja funciona de manera misteriosa. Son discos que derivan de la separación que terminan siendo un factor de unificación; prueba de ello, por ejemplo, es el corte "Women and Wives", el cual apela a la convivencia pacífica en general. 

El ocio y la creación

Un trabajo discográfico que se puede disfrutar a ratos y cuyo verdadero valor es el hecho que una leyenda del tamaño de McCartney nos entregue "nueva" música (al igual que lo más reciente de AC/DC y de hecho, la gran mayoría del material que ha entregado Macca en los últimos diez años). "Find My Way" hace referencia al fenómeno que vivimos actualmente por la pandemia (¡vaya novedad!): "...nunca solías tener miedo, pero ahora te angustias...". 

En "Deep Deep Feeling" llegamos al espacio más largo e "interesante" del recorrido. Un tema repetitivo, monótono, inclusive tribal. Mientras que en "Slidin" escuchamos la única canción donde participan otros músicos: Rusty Anderson, guitarrista y el baterista Abraham Laboriel Jr. , evidentemente, la interpretación más pesada del disco. 

Al margen de su mensaje esperanzador, esta obra es bastante regular. Es un trabajo más bien auto complaciente que me parece deriva del ocio de un confinamiento obligado de un artista tan universal como lo es McCartney.