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El matrimonio

En términos de la psicología y la psiquiatría, la homosexualidad representa un defecto en el desarrollo psicosexual del individuo, no se le considera una enfermedad, sino una conducta humana que en la mayoría de los casos es aprendida.

Mucho se ha escrito al respecto, que si es orgánica, genéticamente adquirida, o que si es solo un comportamiento aprendido, que tiene la posibilidad de un cambio hacia el orden natural o normal. 

El matrimonio

La psicología considera que hay dos tipos de homosexuales, los egodistónicos, es decir aquellos que se dan cuenta de las tendencias de su personalidad y que quieren cambiarlas, y los egosintónicos, los que están “contentos” o conformes con su condición.

Son estos últimos los que han influenciado en el cambio que se ha dado en las leyes para que las “uniones” entre ellos se equiparen a un matrimonio.

En ciudades como Vermont, o San Francisco, las comunidades de homosexuales hacen gran promoción de los derechos o beneficios que se ganarían si se logran cambiar los parámetros legales de la definición de matrimonio. 

Sin embargo, hay que considerar que los conceptos tradicionales tratan de proteger no solo al matrimonio en sí, sino a la familia, que nace naturalmente de la unión entre un hombre y una mujer. 

“La estructura por naturaleza de un matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. La estructura por naturaleza de un matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, según el designio impreso por el Creador de la naturaleza humana…por lo que estos derechos no deben ser usurpados por otras formas de unión” declaró el Papa Benedicto XVI en el marco del Encuentro Mundial de la Familia, en España en 2006; donde por cierto, en los últimos dos años, los legisladores han suprimido el matrimonio como institución específica para la unión entre hombre y mujer, al equipararlo con las uniones homosexuales. El contrato matrimonial se ha banalizado y ahora el divorcio puede tramitarse unilateralmente a partir de tres meses de realizado el casamiento; Ahora la sociedad española vive la tensión entre hacer suyas las reformas legales o mantener un compromiso vital y cultural con el matrimonio tradicional.

Existen teorías acerca de la formación de los hijos en los hogares conformados por dos padres, o dos madres, y para variar se contradicen, pues para algunos psicólogos la orientación sexual de los padres no tiene que ver con las inclinaciones sexuales que tengan los hijos cuando sean mayores, prueba de ello es que la mayoría de homosexuales provienen de hogares con una madre y un padre heterosexual, es más tienden a sugerir que los niños en hogares de parejas del mimo sexo tienden a tener una idea más clara de su propia sexualidad, pues los padres homosexuales tienden a compensar la falta de madre, o de padre, relacionando a sus hijos con figuras maternas o paternas, como pueden ser los tíos, tías, abuelos, abuelas, o sus padrinos, y tratan conscientemente de que sus hijos tengan una vida completa y feliz, lo que muchos padres heterosexuales dan por hecho y a veces no ponen la atención debida en el desarrollo psicosocial de sus hijos.

Una cosa es segura, la vida de hoy es cada día más complicada, porqué entonces forzar a una criatura a vivir una situación polémica desde el inicio de su vida. La condición de ser homosexual no se elige, pero el comportamiento que tenemos si podemos controlarlo y cada individuo debe decidir que hará con su vida, pero lo ideal sería no forzar a seres inocentes a enfrentar situaciones tan difíciles.

Desde siempre la iglesia ha sido cuestionada, y ahora la doctrina de la iglesia católica acerca de la moralidad en la sexualidad cobra nueva importancia, como guía de comportamiento para quien desee seguirla, y como argumento para todos los que no quieren ceder ante las ideas permisivas y libertinas de la sociedad moderna.   … Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Mons. Juan Nicolau, Ph.D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es terapeuta familiar y consejero profesional con licencias.