El gran negocio de la política

Fue Aristóteles quien definió al ser humano como un animal político, un ser dotado de capacidad para vivir plenamente una forma superior de organización humana, que fue a ciudad, esto es la polis.

Desde aquellos tiempos gloriosos de la Grecia antigua, hasta los días que corren, ha variado mucho la idea de la política y no puede soslayarse aquella que la considera como una actividad inmoral, corrupta, y más inclinada a satisfacer intereses personales y de camarilla, como acontece con las alianzas partidistas.

Ciertamente que la ley las permite y hasta reglamenta la forma en que pueden darse; pero, el espíritu del constitucionalista no se refleja en la unión de los tres partidos políticos que presuntamente integran el esquema político de derecha, centro e izquierda. Más bien, se echa de ver la prevalencia de intereses mezquinos que ahijaron en las tierras del Anáhuac la más abyecta corrupción de que se tenga memoria, en complicidad con el gran capital y los poderes fácticos que dominan amplias parcelas de poder social.

Basta con examinar la composición de sus dirigencias para saber que no cumplen con el mandato legal en varios aspectos importantes que tienen que ver con el ejercicio democrático. Por ejemplo, en la Ley General de Partido Políticos queda perfectamente estipulado, en su Artículo 3. "Los partidos políticos promoverán los valores cívicos y la cultura democrática, la igualdad sustantiva entre niñas, niños y adolescentes, y garantizarán la participación paritaria en la integración de sus órganos, así como en la postulación de candidaturas". El CEN del PRI, tiene 15 varones y 11 féminas; el del PAN, 22 h y 11 m.

Buscándole, se llega a otras muchas violaciones o cuando menos inconsistencias de los partidos políticos con respecto a los mandatos de ley. Ahora que, por lo que hace a la propuesta política que debe estar contenida tanto en su plataforma de principios, como en su programa políticos y estatutos, la cosa va para peor. El PAN fue fundado por Manuel Gómez Morín para dar contras al proyecto del PRI como partido político emanado de la Revolución Mexicana por medio del cual debía cumplirse la Constitución del 17.

Quizá por ello es que no todos los priístas están de acuerdo en la alianza de lo que fueron las tres fuerzas políticas del México salinista. Precisamente, una de las figuras importantes del PRI, Patrocinio González Blanco Garrido, quien fuera gobernador de Chiapas, ha decidido abandonar al PRI, además de hacer una denuncia pública por traición a los principios doctrinarios del tricolor en aras de un atroz pragmatismo que pone en evidencia el afán de poder por el poder mismo, no para servir a las personas.

Dijo José Patrocinio: " Los ideales deben de estar por encima de las aspiraciones electorales y no alcanzo a entender cómo es posible que mi partido se alió con el PAN, en claro olvido de nuestra trayectoria ideológica y de las insalvables diferencias que tenemos con ese partido de la reacción. Su actitud es pragmática, sabe que hoy el PRI no tiene opción de triunfo y en eso coincido; pero, difiero de su actitud y es así porque creo que es el momento de preservar los ideales para constituir una oposición crítica y constructiva, y no ser sólo ser parte y voceros de una vergonzosa alianza de perdedores". ¡Ups!

Para confirmar esta alianza de intereses, se ha anunciado que Vicente Fox y Felipe Calderón regresan al PAN para impulsar las 'carreras políticas' de sus cónyuges, ambas aspirantes frustradas a la presidencia de la República. Precisamente, los dos renunciaron al blanquiazul cuando su dirigencia nacional no aceptó la postulación de las damas que 'tenían todo para ganar'. Ahora vuelven con la condición de que tanto Marthita como Margarita tengan una posición relevante en la administración pública asegurada. 

Ya el presidente del Comité Directivo de Acción Nacional en la Ciudad de México, Andrés Atayde, dijo que: "Directamente, tengo diálogo casi diario con Margarita Zavala, quien es una mujer que admiro desde hace mucho tiempo. La idea no es solamente crear un acuerdo político (así se los he expresado); sino generar una inclusión en la Ciudad de México y postular a la exprimera dama en los comicios del 2021.

En un comunicado publicado en su página, Mario Delgado, presidente de Morena, señaló que: "La posible alianza política entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para el proceso electoral del 2021 nace con el único objetivo de defender sus propios y mezquinos intereses, en lugar de las necesidades de las y los mexicanos. Tanto el PRI, como el PAN y el PRD, han demostrado a lo largo de los años —con creces y de manera reiterada— que son máquinas de malos gobiernos, de invenciones corruptas como los 'moches' y de prácticas inmorales como el despilfarro del erario, por lo que no son dignos de la confianza del pueblo de México".

Aunque los líderes de la Alianza han asegurado que no intentan formar un bloque antiAmlo, hay algunos indicios que hablan de los contrario, como el anuncio dado a conocer el pasado martes 22 por parte de la autonombrada 'coalición más grande de México' en que se formalizó de la plataforma 'Sí por México', encabezada por Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, misma que adoptó el nombre de Va por México.

De esta suerte, Marko Cortés, presidente del Partido Acción Nacional (PAN); Jesús Zambrano, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD); y Alejandro Moreno, Presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) unificaron sus discursos con los de la periodista y activista social Beatriz Pagés y los líderes empresariales que se han caracterizado por la resistencia a las medidas que proponen un cambio verdadero para volver a la justicia social.

Más que ver por México y los mexicanos, la alianza de los partidos tradicionales con el agregado de los líderes empresariales y dizque sociales, auténticas cabezas de playa del capitalismo salvaje, ponen en evidencia sus intenciones. Van por los privilegios que han perdido y por volver al gran negocio de la política.