¿Cómo evitar tomarte las cosas de forma personal?

Supongo que en más de alguna ocasión de te habrás dado cuenta la cantidad de veces que has terminado trinando de coraje debido a los comentarios, apreciaciones o procederes de alguien más, incluso cuando esto sucede se genera una especie de efecto domino porque comienzas a desquitar tu mal humor con las personas de tu entorno y tristemente, las personas que más quieres son con las que terminan pagando los platos rotos, es decir, con los que te desquitas. 

Cuando eliges tomarte de forma personal lo que alguien más piense o hable de ti, estarás literalmente entregándole tu poder a esa persona, en otras palabras, estrás permitiendo que la opinión de alguien más determine o defina quién eres.

Necesitas comprender que cada persona tiene su particular forma de ver el mundo y la opinión que esa persona tenga de ti o de tus acciones muestra únicamente su forma de ver el mundo, la cual puede ser completamente válida (incluso aunque no estés de acuerdo) Ten presente que cada persona ve el mundo de acuerdo con los lentes que traiga puestos. Con esto me refiero a sus valores, creencias e incluso a sus conflictos interiores y esos lentes le pertenecen únicamente a la otra persona y nada tiene que ver contigo. 

Es indispensable reconocer que tú no tienes poder para decidir lo que los demás piensan de ti, sin embargo, en lo que si tienes control es en la forma en cómo tú te lo tomes y como comúnmente dicen: “Toma las cosas de quien vienen.” No me refiero a que tengas un juicio de que tú eres mejor que la otra persona, simplemente reconoce que tú ves la vida diferente, ni mejor ni peor, simplemente diferente. 

Es completamente natural que puedas tener una reacción de malestar, indignación e incluso de rabia, no obstante, lo importante es que no obedezcas a tus impulsos; así mismo, es indispensable que te permitas sentir tu enojo, pero evita ser movido o tomar decisiones basadas en el enojo. 

El arte de no tomarte las cosas de forma personal, implica entrenar tu voluntad, tu mente y hacer gala de tu integridad. Cuando enfrentes una situación de esta índole, te recomiendo los siguientes pasos:

• Permítete sentir tu emoción, ya sea rabia, enojo, enfado, etc. (Recuerda que siempre está bien sentir lo que sientes)

• Respira hondo y profundo. Hacer contacto con tu respiración consciente te ayuda a disminuir el enojo mental. 

• Mantente inmóvil. Elige no vengarte y sobre todo renuncia a la necesidad imperiosa de querer tener la razón. 

• Si te resulta complicado manejar tu situación, recurre a tu Poder Superior (Dios), entregándole tu emoción y permitiendo que Él obre sobre tus emociones. 

• Bendice a la persona que con su opinión te lastima o saca de quicio.

• Evita estar hablando del tema. Recuerda que al final del día, es sólo una opinión y una opinión, insisto, no define quién en realidad eres. 

 Puede resultar complicado que toda la gente vea el mundo como tú lo ves (y viceversa) sin embargo, lo importante es que tú puedas ser congruente con la forma en cómo tú ves al mundo. Si eventualmente te das cuenta de que el punto de vista de la otra persona efectivamente era el correcto, entonces simplemente incorporas ese nuevo concepto a tu vida, tranquilo y en calma, libre de dramas o impulsos. Te recomiendo ampliamente el libro de los 4 acuerdos, del autor mexicano Don Miguel Ruiz, te colaborará significativamente. 

Si la opinión de alguien más te suma, abrázala. Si te resta, deséchala. Y si te es intramuscular, ignóralo. 

Y ya sabes: “Si no aporta nada bueno: ¡Sáquese!” Nos leemos pronto, hasta la próxima. #Anótele   

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Coach Gerardo Moreno