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¡Celebremos la nueva personalidad!

Todos, o casi todos hemos experimentado el dolor y la incertidumbre en nuestras vidas, tal vez porque estamos atrapados en una adicción, tal vez porque vivimos en adulterio, caemos una y otra vez en las redes de la pornografía, o porque no podemos superar la depresión a causa de la muerte de un ser querido. O tal vez por el abandono de nuestra pareja, o porque nos hemos enterado que padecemos una enfermedad que puede ser mortal como el cáncer. Creemos desfallecer, nos sentimos abatidos, sin embargo como creyentes no debemos nunca perder la fe.  Precisamente hoy es el día de la esperanza universal,  el día  en que Jesús nos demuestra que hay vida después de la muerte, que hay un nuevo horizonte para la vida y un nuevo sentido para la muerte. 

¡Jesúsl está vivo, resucitó! Es la buena nueva que hemos predicado desde hace dos mil años, y lo seguimos diseminando este mensaje. Por eso todas las capillas, iglesias y templos siempre hay flores de todos los colores que representan la vida, y la alegría de saber que Jesús está vivo. Sin Resurrección nuestra fe no tendría razón de ser. Los Apóstoles de Jesús comenzaron su predicación anunciando este hecho indiscutible: Jesús de Nazaret ¡resucitó!  Todo su mensaje giro alrededor de esa noticia. 

¡Celebremos la nueva personalidad!

El día de hoy, en todas las iglesias celebran este gran acontecimiento. La alegría inmensa que sigue al dolor.  San Pablo nos dice que “aquel que ha resucitado a Jesucristo devolverá asimismo la vida a nuestros cuerpos mortales”. Y es con esta esperanza que debemos vivir nuestros sufrimientos, pensando que todo es poco en comparación de lo que padeció Jesús, y que junto a Él estaremos cuando nos llegue nuestra hora. Nuestra fe procede de los primeros que creyeron, que vieron a Jesús resucitado, que comieron junto a Él, que lo tocaron, y que empezaron a propagar esa buena nueva.  

Jesús dijo a Tomas “Tú crees porque has visto. Felices los que creen sin haber visto”. Y esos que creen sin haber visto somos los cristianos de hoy en día, pues tenemos la certeza de creer en algo real, algo que nos llena de esperanza y de felicidad. Si te sientes  víctima inocente de una injusticia, si te han calumniado, insultado, o discriminado, piensa en Jesucristo, como El fue perseguido y crucificado y como volvió de entre los muertos para que tu y yo pudiéramos sentirnos redimidos de nuestro sufrimiento. 

¡Vive un día a vez!...Ignite the moment!…Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Mons. Juan Nicolau, Ph.D. STL. Pastor de la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.