Bienvenidos al siglo XXI

El fin de semana nos brindó al menos dos declaraciones de quienes ya van francos como candidatos a la presidencia de México; Andrés Manuel López Obrador declaró que propondría la amnistía para integrantes del crimen organizado, del narcotráfico, y José Antonio Meade Kuribreña, al ser registrado como precandidato por el PRI (lo de precandidato es mero formulismo, el será el candidato) mencionó que México será una potencia mundial.

Si de algo está cansado el pueblo mexicano es precisamente de las falsas promesas, promesas a través de declaraciones que rayan en el populismo más cínico que existe.

La declaración de AMLO acerca de negociar la amnistía a narcotraficantes a cambio de lograr la paz es un error de inicio de campaña (aunque ya lleva 18 años de campaña), no nos imaginamos un estado de derecho que respete las leyes establecidas por nuestra constitución proponiendo esto.

La declaración de Meade en el sentido de que México será una potencia lacera la inteligencia de la humanidad mexicana, ésta ya no cree en esas promesas, quien viene de una pantomima político electoral al interior del PRI, al haberse prestado a los viejos cánones del priismo para ser el ungido por el “dedo divino” del todopoderoso priista, el Presidente de la República, tiene muy poca credibilidad ante la sociedad mexicana.

En 1998 Salinas de Gortari prometió que México sería parte del primer mundo y mintió, México sigue siendo parte de los países emergentes con la mitad de la población viviendo en pobreza.

En el año 2000 Vicente Fox Quezada prometió que arreglaría el conflicto de Chiapas en 15 minutos y mintió, tan vivo está el movimiento del EZLN que ahora ya hasta tiene una precandidata a la Presidencia de la República, en el 2006 Felipe Calderón prometió acabar con la inseguridad iniciando una lucha encarnizada contra el crimen organizado y falló, la lucha aún sigue, y con cifras crecientes de inseguridad en un sinnúmero de regiones de nuestro país.

En el 2012 Enrique Peña Nieto también prometió acabar con los altos grados de inseguridad en el país y ahora su gabinete de seguridad culpa a las entidades federativas de la falla en el combate al crimen organizado, además prometió que la energía eléctrica, la gasolina y el gas natural bajarían de precio con la reforma energética, mintió, todas cuestan más.

Ahora nos encontramos viendo a quienes se perfilan como los candidatos que estarían en la recta final en el 2018 (hasta ahora) haciendo propuestas y promesas populistas.

No, señor Meade, México no será una potencia, no durante los próximos seis años, deje de tratar de dar atole con el dedo a la población que no le cree, más le hubiera valido dar declaraciones humildes que muestren la verdadera problemática en la cual nos tiene hundido un presidente como Peña Nieto, que prometer las estrellas a un pueblo mexicano que, escuche bien, en una gran mayoría, no le cree.

Nos guste o no, pareciera que la mayoría de la población quiere creer en la alternativa que no ha estado en el poder, esa es la de AMLO, pareciera que a esa mayoría mexicana le está gustando el populismo de AMLO, y no tanto porque el Peje sea un mega político, sino en gran parte por los errores cometidos por sus gobiernos priistas y también los panistas, ambos ya estuvieron expuestos en la silla presidencial, y si bien es cierto que se lograron algunas cosas en ámbitos políticos económicos y sociales, también es cierto que la actuación cínica de quienes han ostentado ese poder, hacen que la población, en su gran mayoría, los rechace.

La carrera por el poder en el 2018 apenas comienza, la población ya no se traga cualquier forma de cinismo y mentira de quienes quieren ese poder, bienvenidos al siglo XXI, era de la actuación de la población mexicana y de las redes sociales.

Hasta la próxima, primeramente Dios.

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