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Austeridad o represalia

La reforma electoral que ha propuesto la fracción de Morena en el Congreso de la Unión huele más a represalia que el deseo auténtico de lograr una auténtica democracia en el país, puesto que con el pretexto de la austeridad se busca la desaparición de los Órganos Públicos Locales Electorales (OPLE’S), como es el caso del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM).

Nadie se opone a que se reduzca el enorme gasto que hay en el actual sistema electoral del país, incluso desde hace mucho tiempo la sociedad mexicana ha exigido que se baje a la mitad el presupuesto destinado a los partidos políticos y los jugosos sueldos a los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), entre otros gastos que se tienen para organizar las elecciones en el país.

Austeridad o represalia

Ya existe un antecedente para reducir las prerrogativas que reciben los partidos políticos, luego de que el diputado local independiente Pedro Kumamoto Aguilar presentó la iniciativa denominada “sin voto, no hay dinero” en 2017, que luego fue aprobada por mayoría en el Congreso Local de Jalisco.

La iniciativa de Kumamoto Aguilar establece que el financiamiento que recibirán los partidos políticos dependerá del número de votos que hayan logrado en la elección pasada, por lo que obligaría tanto a dirigentes como a candidatos a presentar mejores propuestas de campaña.

La reforma de “sin voto, no hay dinero” propiciará que el Estado de Jalisco tenga un ahorro del 60% en el presupuesto asignado a los partidos políticos en el 2019, según reveló el diputado local independiente Kumamoto Aguilar.

También hay otra opción que vendría a reducir el presupuesto para los partidos políticos a través del cobro de cuotas a cada uno de los militantes, como se hace en otros países.

Lógicamente que las cuotas aportadas por los militantes no serían suficientes para sufragar los gastos de los partidos políticos, pero también hay la opción de que las y los candidatos busquen financiamiento para sus campañas, como se hace también en otros países, entre los que se encuentra Estados Unidos.

Incluso, el propio consejero presidente del INE, Lorenzo Córdoba Vianello señaló que esta de acuerdo con la política de austeridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero alertó acerca de los cambios mal planteados o mal intencionados porque generarían una regresión antidemocrática.

Por su parte, el investigador y maestro universitario José Woldenberg Karakowsky en un artículo titulado ¿Reforma Electoral?, señaló que si el criterio central de la reforma impulsada por la fracción de Morena es el “costo de las elecciones”, podría resultar catastrófico para la democracia de nuestro país.

Aclaró que se pueden hacer ahorros, pero no a costa de lo sustantivo que es la autonomía del INE, la certeza de las elecciones y la actuación de las OPLE’S.

De igual forma, recordó la añeja aspiración de lograr la representación proporcional estricta entre votos y escaños, es decir que si un partido político obtiene el 20% de los votos se le asignará el 20% de las curules, cuya propuesta es muy similar a la que hizo el legislador jalisciense Kumamoto Aguilar.

Aunque los presidentes de las mesas directivas de la Cámara de Diputados y del Senado, Mario Delegado Carrillo y Martí Batres Guadarrama, respectivamente, descartaron que la reforma electoral sea una venganza en contra del INE, existe una clara sospecha que se quieren cobrar viejas afrentas y como tienen mayoría en el Congreso de la Unión no se puede descartar la posibilidad de que logren la desaparición de las OPLE’S.

¿Y qué pasaría si desaparecen las OPLE´S?, seguramente el INE requeriría de una profunda transformación para hacerse cargo de las elecciones federales y locales, según el propio consejero presidente Córdoba Vi

Los legisladores de Morena no deben olvidar elevar también los requisitos para la creación de nuevos partidos políticos, sobre todo ahora que varios buscan tener un propio, como es el caso de la maestra Elba Esther Gordillo Morales con el llamado Redes Sociales Progresistas (RSP) y Margarita Zavala Gómez del Campo con el Partido Libre.

Tan fácil es crear nuevos partidos políticos que hasta el exchofer de López Obrador, Nicolás Mollinedo Bastar, el célebre “Nico”, presentó una solicitud el pasado 5 de junio para registrar la asociación civil “Movimiento Ambientalista Social por México”, a fin de obtener su registro como partido político en las elecciones de 2021.

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