Juliana Velásquez llega en la codiciada categoría de mejor nuevo artista
Arriba a los Grammy con música honesta
Juliana Velásquez encontró refugio en la música escribiendo canciones sobre temas de su vida de los que no se atrevía a hablar. El ejercicio de catarsis desembocó en un álbum y le mereció su primera nominación al Latin Grammy, en la codiciada categoría de mejor nuevo artista.
Pero el término “nuevo artista”, en su caso, no parece encajar del todo: su carrera comenzó hace más de una década en televisión, cuando con apenas 7 años debutó en el reality show “Angelitos”, que ganó, y desde entonces se abrió paso en la pantalla chica y el teatro musical de su país.
“Era realmente muy chiquita”, dijo Velásquez en una entrevista reciente por videollamada desde Bogotá. “Digamos que mi infancia la viví entre los sets de grabación”.
En cuanto a la música, continuó, “yo siempre he cantado y me ha encantado componer canciones, pero nunca me había tomado el atrevimiento de dar ese paso para dedicarme a hacerlo... Pasa esta nominación, y para mí es de las cosas más bonitas y más especiales que me han pasado hasta hoy”.
Con un estilo “retro” que le atribuye a su amor al mariachi (Rocío Dúrcal y Juan Gabriel están entre sus referentes principales) y una voz sublime pero llena de inflexiones y emoción, Velásquez debutó en abril con “Juliana”.
Más de la sección
El álbum de 11 cortes comienza con “Montaña rusa”, que creó en medio de la pandemia con la ayuda de sus fans en Instagram (“¿Quién dijo que el mundo se nos detendría un instante?”, dice parte de la letra), e incluye los sencillos “Dolor anticipado”, “Juro” (con los artistas mexicanos Los Rumberos) y “Presiento”.
¿Qué la llevó a decidir que estaba lista para dedicarse de lleno a la música?
“Saber y entender que yo no estaba igual de feliz si no me permitía hacerlo. Llevaba cinco años componiendo muchas canciones, componía para otros artistas, para musicales, eventos y demás”, dijo.