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Una sátira para pocos

Misantropía: aversión, desconfianza, desprecio u odio a la especie humana

Desde la obra de Molière, hasta las películas de Woody Allen, esta condición ha estado presente en el arte literario y fílmico.

El reparto es genial.Una sátira para pocos

  • Ciudad de México

Estrena una película, ganadora en Cannes, que ejemplifica esta situación: El Triángulo de la Tristeza.

Carl (Harris Dickinson) es modelo de profesión, con novia guapa (Charlbi Dean) y eventos top. Pero su vida no está exenta de problemas. Una cena de placer deriva en una discusión sobre finanzas de pareja. Lo más complicado está por venir.

La cinta del provocador sueco Ruben Östlund, tiene impreso su sello desde el primer encuadre hasta los créditos finales; este director es un experto en analizar las relaciones humanas desde su lado más denigrante, donde resaltan los peores impulsos.

La historia está dividida en tres: primero, se establecen antecedentes y personajes; después, los acontecimientos a bordo de un yate de lujo, que evolucionan en locura y caos, y en el último tercio, se trastoca el equilibrio social, económico y hasta sexual.

Östlund no deja muñeco con cabeza y satiriza absolutamente todo: los roles de pareja, los liderazgos, las ideologías. Se burla de todo y de todos, con situaciones y diálogos incisivos, rebosantes de mala leche. No paramos de reír.

EL TRIÁNGULO DE LA TRISTEZA

Tres estrellas y media

Dirige: Ruben Östlund

Actúan: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Dolly De Leon.

Duración: 147 min.



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