Conduce transporte desde hace 23 años

Laredo, Tx.- Cuando Anna Michelle Hernández está tras el volante de su autobús de 40 pies de largo se transforma en una mujer dedicada en cuerpo y alma a proteger a sus pasajeros y procurar que todos lleguen sanos y salvos a sus destinos.

Desde hace 23 años ella es conductora en el sistema de transporte urbano El Metro con la responsabilidad enorme de transportar todos los días a cientos de pasajeros en la ruta San Bernardo Park & Ride.

“Entré a trabajar aquí como algo temporal, pero me di cuenta que manejar un bus es mi pasión y no cambio mi trabajo por nada del mundo, si volviera a escoger un empleo sin duda volvería a entrar al Metro”, dijo emocionada.

Anna se crió en Chicago en el seno de una familia de conductores de camiones, su abuelo tenía el oficio y se lo heredó al padre de Anna, quien creció de ciudad en ciudad acompañando en largos viajes a su padre.

Cuando vino a Laredo quería seguir una carrera policiaca pero por mientras tomó un empleo en El Metro como conductora.

“Entré, me dieron un entrenamiento, saqué mi licencia comercial y en menos de dos meses ya estaba tras el volante de un bus; mi primera ruta fue Riverside”, recordó.

Antes de manejar estos pesados camiones de 40 pies de largo y 14 de ancho, Anna sólo había manejado un auto Rabbit donde se enseñó a conducir por lo que para ella fue impresionante usar un autobús tan grande y llevar pasajeros, aunque no se asustó y decidió hacerlo.

“Creo que las mujeres tenemos una habilidad natural para proteger a otras personas, para ser inclusive más responsables y cuidadosas, tal vez por eso me acoplé tan bien en este trabajo”, comentó.

PREPARACIÓN

Para estar siempre bien entrenada, Anna recibe cursos de seguridad en el manejo cada dos o tres meses y debe certificarse para estar en condiciones de manejar un bus de transporte público además de conocer todos los reglamentos de tráfico.

“En este trabajo lo más importante es cuidar y proteger a nuestros pasajeros y procurar llevarlos a tiempo a sus destinos”, explicó.

Parte muy importante para ella son sus hijos, de 17 y de 10 años, quienes están muy orgullosos del trabajo que tiene. “A mi hijo de 10 años le parece sorprendente que su mamá maneje un autobús tan grande lleno de gente”, dijo.

Anna forma parte de un sistema de transporte público donde hay aproximadamente 130 choferes de los que 17 son mujeres y ella es de las de mayor antigüedad.