¡AMOR DEL BUENO!

Hay muchas formas de demostrar amor por tu equipo, pero Carlos "Cato" González, eligió una muy peligrosa, una que puso en riesgo su salud. 

Al ser uno de los capitanes de los Correcaminos UAT Norte, decidió jugar la semifinal con dos costillas fracturadas. Habrá quienes lo juzguen, pero los que hayan practicado algún deporte, seguramente lo entenderán. 

El “Cato” desafió a su familia y a sus entrenadores, porque no quería irse con un mal recuerdo en el que pudo haber sido su último partido en la Liga Mayor. Bajo su propio riesgo, el corredor (RB) número 23, exigió una oportunidad y se la dieron.   

“Fue una decisión muy difícil, yo se que primero está mi salud, pero también es cierto que se trata de mi última temporada, podría haber sido mi último juego en Liga Mayor, el último en casa, y yo quería tener un buen recuerdo, esa decisión la tomé hasta minutos antes de iniciar el partido, mi intención era equiparme y estar solamente apoyando a mis compañeros desde la banca, pero la adrenalina fluyó y les dije a los entrenadores que estaba listo y que si me daban una jugada o todo el partido, yo estaba más que listo”, relató.  

Fue tal vez un acto irresponsable, pero también muy valiente, eso motivó a sus compañeros en el terreno de juego, y fue entonces que se dio una remontada histórica para eliminar a los Centinelas GP. 

Su terquedad no se quedó en ese partido y ya amenazó con jugar el próximo sábado en la gran final ante Correcaminos UAT Victoria. 

“Claro que valió la pena cada segundo en el campo, me sentí bien, si jugué la semifinal lesionado, por supuesto que la final haré todo lo posible por jugarla también, me siento en condiciones de hacerlo, pero los coaches tomarán la decisión”, señaló el jugador ofensivo.  

Su lesión se dio el sábado 6 de octubre, en la Semana 5 de la Temporada Regular, enfrentando a los Tlahuicas Selección Morelos, fue una jugada rota en intento de gol de campo, Carlos protegió el ovoide y recibió una tackleada por la espalda que además de romperle dos costillas, le ocasionó una luxación del hombro derecho. 

Los médicos le ordenaron reposar por lo menos 5 semanas, pero sus ganas de irse como bicampeón han sido más importantes que todo.  

“Es muy emocionante tener la posibilidad de terminar mi último año siendo campeón nuevamente, en otro clásico de la UAT, así será”, aseguró el seguidor de los 49´s de San Francisco.    

Al cuestionarle cómo le nació la pasión por los Corre Norte, recordó su niñez, aunque mucho tuvo que ver la herencia de su padre.  

“Desde pequeño, por mi primo Daniel Aguilar, me sentí motivado a jugar y defender estos colores, vengo desde Búfalos, también por mi papá que fue jugador, tengo mucho cariño para esta institución, por los jugadores y sobre todo por mis coaches”, finalizó.

”Fue una decisión muy difícil, yo se que primero está mi salud, pero también es cierto que se trata de mi última temporada, podría haber sido mi último juego en Liga Mayor, el último en casa, y yo quería tener un buen recuerdo”. Carlos González, jugador de Correcaminos.