Urgen a combatir tráfico de totoaba

CIUDAD DE MÉXICO.

El tráfico de totoaba, un pez en peligro de extinción, continúa en crecimiento a pesar de los esfuerzos del Gobierno para detenerlo. Earth League International (ELI), organización que investiga la cadena de suministro de esta especie desde 2018, reportó que en los últimos meses tan sólo un traficante compró y contrabandeo más de 2 millones de dólares en buches de este animal.

"Estos compradores todavía están comprando mucha totoaba. Están muy cómodos. Uno de ellos nos dijo que está comprando más totoaba que el año pasado", compartió Andre Crosta, director ejecutivo de ELI.

Un kilo de vejiga o buche de este pez puede valer hasta 46 mil dólares en el mercado negro de China y Hong Kong, donde se le atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas.

Además, su captura en redes de enmalle es la principal amenaza para la vaquita marina, otra especie en peligro de extinción. Según una investigación en curso, la red de tráfico se ha sofisticado tanto que incluso se han encontrado buches en otros países de Sudamérica, desde donde se envían a China. "A veces en América Latina es más útil enviar algo de México a otro país latinoamericano y desde ahí envías todo a China con otras cosas, como madera ilegal.

"El Gobierno de México tiene que entender que estos traficantes son gente sofisticada, no son chicos exploradores. Han estado haciendo esto por años. Controlan todos los puertos, aeropuertos y pueden sobornar prácticamente a quienes quieran", alertó Crosta.

Si bien la Secretaría de Marina y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevan a cabo acciones de vigilancia para proteger el Alto Golfo de California, hábitat de la vaquita marina y la totoaba, el especialista consideró necesario abordar el problema desde una perspectiva de crimen organizado.

Recordó que en diciembre de 2018, cuando autoridades de China arrestaron a 16 personas y decomisaron 26 millones de dólares en buches, el precio de la totoaba se desplomó en San Felipe, Baja California, uno de los municipios donde se captura este pez de forma ilícita. Crosta lamentó que el Gobierno todavía no persiga a los principales traficantes de totoaba, a pesar de que en 2018 y 2019 su organización compartió con las autoridades reportes confidenciales con nombres e información sobre las operaciones de estos grupos delictivos.

"Temo que es más fácil seguir intentando trabajar en San Felipe y Santa Clara (en Sonora) con los pescadores, pero es inútil. Sigo escuchando a personas hablar sobre tratar de encontrar o dar artes de pesca alternativa a los pescadores. Son tonterías. Los criminales no trabajan así. Puedes darles mil dólares al mes a cada persona en San Felipe y aún así seguirían pescado totoaba porque cuesta cinco mil dólares (en China). Este es un problema de crimen, no de conservación ni ambiental", sostuvo.