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Una vida dedicada a reparar calzado

Oficios en extinción

MÁS ECONÓMICO. A pesar de estar cerca de Estados Unidos, los zapatos ya no duran tanto como antes y sale mejor repararlos.Una vida dedicada a reparar calzado

El Mañana / Staff.- Repara desde la suela rota, cose botas y zapatos, y además bolea cualquier calzado: así ha pasado su vida desde los 16 años.

Elías López Ramírez, es de oficio zapatero, de los pocos que quedan en Reynosa, es originario de Veracruz y su padre le enseñó la labor y hasta la fecha la desempeña, a sus 36 años.

De lunes a viernes de 8:00 a 14:00 horas se coloca en una esquina, entre la calle Praxedis Balboa y calle Cuauhtémoc, en la colonia Hidalgo.

Realiza trabajos de 120 pesos reparando calzado que viene totalmente despegado, por lo que hace el pegado y luego cose el zapato, lo que es complicado.

“Gracias a Dios sí tengo trabajo; hay zapatos que valen hasta 800 pesos, 500 a 400 pesos, los de marca y aquí les cobramos 100 pesos por reparación del par”, dijo.

Principalmente piden boleadas, además de costuras de los zapatos, por lo que el más caro es de 150 pesos y la boleada varía, dependiendo el calzado.

CHINOS NO DURAN

Desde hace 20 años reside en Reynosa y para mitigar el calor, coloca una sombrilla, pone su mesa y todo lo que utiliza para reparar el calzado, además de los productos para la boleada.

“Así como yo ya quedamos poco, porque como estamos cerca de los Estados Unidos, es más fácil comprar zapatos baratos, pero luego sale peor porque son chinos y no duran, la mayoría no dura, aunque los compren del otro lado se descomponen más rápido, ya no es como antes, ahora son de menor calidad”, recalcó. 



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