Tuvo el toreo su época de gloria
Septiembre 01, 2015 -
Cuando llegó el siglo XXI la afición disminuyó, dejaron de venir residentes del Valle de Texas
juan.arvizu@elmanana.com
Respecto a la historia del toreo en Reynosa, relató que antes del siglo XX, aquí solo había corridas en los corrales de los ranchos, e incluso con apuestas.
Dijo que tomando en cuenta que en ese tiempo la población local estaba concentrada en un 80 por ciento en las rancherías, era lógico que las corridas tuvieran lugar en estos espacios y no en la zona urbana.
Apuntó que con el nuevo siglo, en 1905 y de la mano del tren, llegaron ya ”de manera oficial” algunas costumbres españolas entre ellas las corridas de toros. El historiador señaló que las primeras corridas más o menos formales tuvieron lugar en un predio que se ubica contiguo al edificio del Ayuntamiento, donde después funcionó el cine Brasil.
Por el éxito que esta actividad tenía en ese tiempo, comentó que Don Juan B. Calderón decidió construir la primera plaza de toros que tuvo Reynosa, que era totalmente de madera y recibió precisamente el nombre de la ciudad (Monumental Plaza de Toros Reynosa). Fue inaugurada el 10 de junio de 1926 en la zona centro, en el mimo sitio donde actualmente se encuentra.
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Abundó que en 1933 un gran ciclón derribó la plaza de toros y cuando la reconstruyeron decidieron usar cemento en lugar de madera.
Agregó que en los años 80, Don José G. García, de profesión ganadero y aficionado al toreo, inauguró la que sería la segunda plaza de toros y la llamó Santa Fe, la cual funcionó por casi 20 años en la carretera a Río Bravo, a la altura de la colonia El Anhelo.
López Olivares subrayó que cuando llegó el siglo XXI la afición por el toreo disminuyó mucho y además dejaron de venir los residentes del Valle de Texas, los cuales nutrían en forma notable la asistencia a las corridas pues del lado americano no había esta clase de espectáculos.
“El turismo que venia del lado americano es el que mantuvo funcionando con éxito las plazas de todos de Reynosa, pero al dejar de venir comenzó el declive de la llamada fiesta brava” señaló.
Expuso que la Plaza de Toros Reynosa es la única que sobrevive de aquellos tiempos, aunque también funciona como coliseo para lucha libre y otras actividades.
Nuestra ciudad tuvo dos plazas de toros, pero ya solo queda una y la mayoría de las actividades que allí se realizan no son de toros, sino de lucha libre, festivales, Y eventos políticos y sociales” .
Reynaldo López Olivares, historiador