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Preocupa que disturbios no se hayan destacado en el debate

El representante Bennie Thompson, el demócrata que presidió la investigación de la comisión del 6 de enero en la Cámara de Representantes del Congreso pasado, dijo que es una situación profundamente desafortunada

El candidato republicano Donald Trump, sólo tocó brevemente el tema del ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.Preocupa que disturbios no se hayan destacado en el debate

WASHINGTON, DC

En el primer debate presidencial, el republicano Donald Trump sólo tocó brevemente el tema del ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, evadió la responsabilidad por el asedio que efectuó la turba violenta y declinó repetidas veces afirmar categóricamente que aceptará los resultados de los comicios presidenciales de este año en Estados Unidos.

Y el presidente Joe Biden, que ha dicho que el trabajo de su presidencia es restaurar el alma de la nación, falló y se tambaleó, incapaz de confrontar con firmeza, desmentir y hacer que Trump —el expresidente que ha sido acusado formalmente— rinda cuentas por el ataque a las elecciones y la democracia.

Es un momento extraordinario, o la falta de uno, que está generando alarma entre los activistas por la democracia: el hecho de que el intento de amplios alcances por revocar los resultados de los comicios de 2020 y la subsecuente insurrección que definieron la presidencia de Trump se desvanecieran del panorama durante el primer debate de la campaña para las elecciones generales.

El representante Bennie Thompson, el demócrata que presidió la investigación de la comisión del 6 de enero en la Cámara de Representantes del Congreso pasado, dijo que es una situación profundamente desafortunada.

“Podríamos tener un 6 de enero 2.0”, declaró Thompson el viernes frente al Capitolio.

El desenlace pone de relieve la decisión que los estadounidenses enfrentan a fin de año mientras los disturbios por los comicios de 2020 siguen siendo fundamentales para la campaña de 2024, pero también han sido opacados por ella, a pesar de la acusación formal federal por cuatro cargos en contra de Trump por trabajar para revocar los resultados electorales hace cuatro años en los días previos al asedio violento de la sede del Congreso, y pese a que más de 1.000 personas han sido declaradas culpables por ese ataque.

Ocurre en un momento en que la Corte Suprema está sopesando casos relacionados con el 6 de enero, incluida una decisión el viernes que le facilita a algunos de los alborotadores impugnar sus cargos y declaraciones de culpabilidad, y otra sobre si Trump puede alegar inmunidad en el caso federal sobre las elecciones. El máximo tribunal determinó el lunes que los expresidentes tienen cierta inmunidad ante la justicia.

Dicho todo lo anterior, lo que parecía políticamente insostenible, luego de que un Trump derrotado se fue de Washington cabizbajo el día de la inauguración de la presidencia de Biden el 20 de enero de 2021, está ahora dentro de lo posible en un momento en que el presidente que intentó revocar unos comicios es el virtual nominado del Partido Republicano, inclinándose a volver a la Oficina Oval.

“Estamos a cuatro meses de las primeras elecciones presidenciales desde un ataque violento contra nuestro Capitolio... y el hombre responsable de eso —Donald Trump— es actualmente el candidato puntero”, dijo Ian Bassin, director ejecutivo del grupo activista Protect Democracy, que trabaja para contrarrestar el autoritarismo.

“Uno pensaría que eso por sí solo sería un motivo de inhabilitación, o cuando menos sería el punto central de los comicios”, señaló.

Y a pesar de eso, indicó Bassin, el tema fue “relegado a un segundo plano” en el debate, “y el presidente actual pasa apuros para insistir hasta el cansancio sobre por qué este tema debería ser de importancia existencial”.

El foro en sí no necesariamente tiene la culpa. Los moderadores presionaron a los candidatos, preguntándole a Trump no sólo una vez, sino en repetidas ocasiones, si se comprometería a que no vuelva a ocurrir otro suceso como el del 6 de enero y a aceptar los resultados de las elecciones en esta ocasión.

Trump insistió en que “prácticamente no tuvo nada que ver” con el asalto al Capitolio el 6 de enero e intentó echarle la culpa a la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, repitiendo las afirmaciones falsas de él acerca de la demora en el envío de la Guardia Nacional.

Biden, cuyo decepcionante desempeño en el debate con respuestas raquíticas y pensamientos rezagados generó turbulencia en el Partido Demócrata, pasó dificultades para proporcionar una respuesta conveniente, a pesar de haber pronunciado destacados discursos acerca de los sucesos del 6 de enero, incluido uno en el primer aniversario.

“Miren, él alentó a esos señores a ascender al Capitolio”, declaró Biden en el debate.

Thompson, cuyo comité produjo un largo informe de más de 1.000 páginas sobre su investigación en torno al allanamiento del Capitolio y el intento de Trump durante meses por revocar los resultados de los comicios, dijo que Biden perdió una “oportunidad de oro” para dejar las cosas bien claras mientras millones de personas veían el debate.

Se le dejó a la gente que realmente experimentó los sucesos del 6 de enero, a los legisladores que huyeron para guarecerse mientras la turba de simpatizantes de Trump se aproximaba, el alzar la voz sobre lo sucedido. Los alborotadores, muchos de ellos blandiendo astas bandera y con equipo táctico, se enfrascaron en un sangriento y brutal combate cuerpo a cuerpo, luchando contra la policía del Capitolio para lograr tener acceso al edificio.

“El 6 de enero fue un día oscuro”, dijo en redes sociales el demócrata Chuck Schumer, líder de la mayoría en el Senado.

“Insurrectos inspirados por Trump intentaron obstruir la transferencia pacífica del poder”, declaró. Schumer denunció la “vergonzosa decisión” del viernes por parte de la Corte Suprema, que dijo “envalentonará a los radicales opuestos a la democracia y hará que a nuestro sistema judicial le sea más difícil juzgar a insurrectos”.

Pelosi dijo que Trump presentó “otro montón de mentiras” durante el debate. “¿Cómo se atreve a echarle la culpa por el 6 de enero a cualquiera que no sea él mismo, el incitador de una insurrección?”, preguntó.

La Corte Suprema limitó el viernes una ley federal de obstrucción que ha sido utilizada para presentarle cargos a Trump, al igual que a cientos de acusados por los disturbios en el Capitolio. Aunque ciertamente el fallo provocará que algunos de los casos contra los alborotadores sean reconsiderados, se desconoce cómo afectará la imputación que enfrenta Trump, la cual incluye otros cargos.

Durante un mitin el viernes en Chesapeake, Virginia, Trump dijo que acaba de ocurrir una “gran cosa” en respuesta a la decisión en el caso de obstrucción, ante lo cual la multitud coreó “¡USA!”, siglas en inglés de Estados Unidos.

“Deberían ser puestos en libertad de inmediato, de inmediato”, manifestó Trump con respecto a los acusados, a los que llamó “los rehenes del 6 de enero”.

Un Biden con aspecto más energético con respecto al día del debate, que llevó a cabo su propio mitin en el disputado estado de Carolina del Norte, dijo: “la decisión en estas elecciones es sencilla. Donald Trump destruirá nuestra democracia. Yo la defenderé”.