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Los inscriben en forma remota

Será vital contar con un sistema más ordenado si caduca el Título 42. Las autoridades de EU estudian la posibilidad de crear una plataforma digital para la inscripción de migrantes

La escasez de albergues implica que los aproximadamente 300 migrantes mayormente hondureños duerman a la intemperie.Los inscriben en forma remota

PIEDRAS NEGRAS, Coahuila/ Eagle Pass

Los migrantes seleccionados de la lista de ‘Al Otro Lado’ generalmente se inscribieron hace un año, de acuerdo con Soraya Vázquez, subdirectora de la oficina de esa agrupación en Tijuana. La organización inscribe también en forma remota a migrantes de Piedras Negras y de otras ciudades de la frontera.

Un estudio del Centro Strauss de la Universidad de Texas detectó 27,135 nombres en listas de espera en ocho ciudades fronterizas de México en mayo, antes de que la lista de ‘Al Otro Lado’ llegase a 50,000 a fines de junio.

Será vital contar con un sistema más ordenado si caduca el programa Título 42. Las autoridades estadounidenses estudian la posibilidad de crear una plataforma digital para la inscripción de migrantes.

En Piedras Negras, Isis Peña, una hondureña de 45 años, se inscribió en una lista de espera de la Casa del Migrante el 29 de abril. Cuando se presentó a una entrevista cinco días después, le dijeron que ya no se aceptaban solicitudes de asilo.

“Queríamos que alguien nos diese alguna esperanza”, dijo Peña, quien posteriormente cruzó la frontera ilegalmente con sus hijos de 19 y 20 años, por Eagle Pass, y fue expulsada en base al Título 42.

Peña, cuya familia está en la calle, se aferra a cualquier rumor infundado de que el gobierno de Biden está a punto de reabrir la frontera.

“La información es muy complicada. Los sistemas de acceso son muy complicados”, dijo Edgar Rodríguez, asesor legal de la Casa del Migrante.

La escasez de albergues implica que los aproximadamente 300 migrantes mayormente hondureños que seis días por semana hacen cola frente al albergue para recibir un desayuno duerman a la intemperie.

Mientras un grupo de mujeres esperaba que les sirviesen comida en junio, una de ellas gritó de júbilo y mostró un mensaje que le había llegado de un abogado de Al Otro Lado. “¡Felicidades! Abrobaron su solicitud de ‘parole’ humanitario”, decía el mensaje.

Incluía instrucciones para que se presentase en el cruce de Eagle Pass al día siguiente, a las cinco de la mañana.

Kenia Cárcamo, quien fue expulsada tras cruzar por Eagle Pass, dijo que jamás oyó hablar de esa lista.

“Es una ruleta de la suerte”, comentó.

Joan Leiva, un gay que dice escaparle a la persecución en Honduras, se inscribió con Al Otro Lado en mayo y durmió en un parque de Ciudad Acuña con otros migrantes hasta que los echó la policía.

“Estamos a la deriva”, dijo Leiva, de 31 años. “No sabemos adónde ir a buscar información. Nadie nos dice nada”.



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