Aún sufre tras asalto
Lamenta que un inmigrante como él denuncie lo ocurrido mientras políticos y otros nacidos en Estados Unidos no lo hacen
NUEVA YORK
Entre los muchos insultos que recibió el 6 de enero de 2021 a las puertas del Capitolio, en Washington DC, el sargento Aquilino Gonell recuerda haber oído gritos de que él no era estadounidense, que era un inmigrante y que era un traidor.
Un año y medio después del violento asalto por parte de miles de simpatizantes del expresidente Donald Trump, Gonell, un sargento de la policía del Capitolio nacido en República Dominicana, dice que lamenta que un inmigrante como él denuncie lo ocurrido mientras políticos y otros nacidos en Estados Unidos no lo hacen.
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“Da pena que yo, como inmigrante, tome las cosas más en serio que las mismas personas que juraron defender el país y la Constitución y esas personas que nacieron aquí no han tenido el valor de dar un paso hacia adelante, dar cuenta de lo que saben y decir quienes estaban involucrados (en el asalto) sin haber tenido que recibir un citación”, dijo Gonell, de 43 años durante una entrevista telefónica con la AP.
Los simpatizantes de Trump que asaltaron el Capitolio con violencia lo hicieron en un intento de frenar la certificación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden en 2020.
Muchos políticos republicanos —incluso aquellos que condenaron a Trump y la violencia en ese mismo momento— han rechazado llamados para que una comisión independiente investigue los hechos. Aseguran que los demócratas, a través del Comité del 6 de enero de la Cámara Baja, aprovechan el asalto para politizar el asunto, ganar adeptos y aprobar reformas electorales que consideran “radicales”.
A medida que el Comité del 6 de enero saca a la luz detalles de lo ocurrido ese día en audiencias televisadas, Gonell se ha convertido en una de las figuras más reconocibles del violento episodio, sentando a menudo en la primera fila de asientos durante las audiencias.
Ha denunciado el asalto en entrevistas con medios, en Twitter y en el Congreso el año pasado, cuando describió los brutales altercados a puro estilo “medieval” que enfrentó mientras intentaba defender el Capitolio.
Distinguido
Se le ha concedido la Medalla de Oro del Congreso y ha sido incluido en la lista de “Grandes Inmigrantes” de la Carnegie Corporation, pero aún lidia con dolor y problemas físicos, consecuencia de los golpes que recibió ese día, además de problemas psicológicos, asegura.
“A veces llego al trabajo (en el Capitolio) y duro varios minutos en mi carro, pensando si entro o no”, dijo. “Para entrar tomo el camino más largo. Evito la entrada en donde ocurrió todo”.
Trump no ha condenado el asalto y asegura que su resultado electoral debería ser anulado. El expresidente ha afirmado de forma falsa que en las elecciones de 2020 hubo fraude electoral, algo que ha sido negado por su propio fiscal general, las cortes y funcionarios estatales y locales.
Las declaraciones de Trump sobre fraude electoral fueron lo que motivó el asalto del 6 de enero de 2021.
Más de 840 personas han sido acusadas de cometer delitos federales relacionados con el asalto. Más de 330 se han declarado culpables, sobre todo de delitos menores. De los más de 200 que han sido sentenciados, unos 100 fueron condenados a prisión.
Gonell ha testificado en algunos de esos casos judiciales y colabora con las autoridades en las investigaciones.
Servicio
- El dominicano nació en Guayubin, provincia de Monte Cristi. Su padre fue el primero en irse a Nueva York en busca de una mejor vida, seguido de su madre y su hermano mayor. Gonell llegó en 1992, cuando tenía 12 años. En 1999 ingresó en el ejército y fue enviado a la guerra de Irak, un país en el que estuvo de 2004 a 2005. Ingresó en el Departamento de Policía del Capitolio en 2006.
- El 6 de enero de 2021, en el lado oeste del Capitolio, pasó horas intentando evitar que la ola de asaltantes accediera al edificio, forcejeando y peleando hasta sangrar. Fue golpeado con un poste de la bandera estadounidense y con un bate, dijo.
- Cayó al suelo y fue arrastrado por un grupo que lo apaleó mientras le insultaban. El año pasado dijo a congresistas que sentía cómo perdía oxígeno mientras era aplastado por asaltantes. En su testimonio dijo que en ese momento pensó: “Así es cómo voy a morir, defendiendo esta entrada”.