Me quedé en blanco en un examen. ¿Ahora qué hago?

Ha llegado la hora del examen y de pronto, te quedas con la mente en blanco. Meses de preparación que acaban en un bloqueo mental a la hora del examen. Cualquier evaluación con mucha expectativa de por medio es el escenario perfecto para lo que los expertos llaman “ansiedad de evaluación”.

Los psicólogos especialistas en Inteligencia Emocional afirman que este tipo de ansiedad surge comúnmente cuando la persona percibe que la valoración de su capacidad será negativa y el miedo al fracaso provoca que no pueda ver más allá de las posibles consecuencias negativas, por lo que se bloquea.

ES UNA SITUACIÓN NORMAL

Que muchos estudiantes experimenten algún tipo de ansiedad durante el período de exámenes es algo de lo más normal. Un estudio de 2018 demostraba que el 35% de los alumnos universitarios padecen ansiedad durante los exámenes académicas. Sin embargo, no todos ellos sufren ansiedad de evaluación propiamente dicha.

Aunque la ansiedad es una reacción natural ante los exámenes, normalmente es ocasional y limitada. Cuando se desborda y es constante, el rendimiento cognitivo e inclusive el motor se atrofian. En este caso, esta situación puede manifestarse con más severidad a través de ataques de ansiedad o la mencionada ansiedad de evaluación.

VARIOS FACTORES INTERVIENEN EN EL BLOQUEO

Hay características personales que pueden facilitar la aparición de los bloqueos en los exámenes: una personalidad perfeccionista, baja autoestima o un exceso de expectativas y de exigencias tanto propia como de la familia y profesores. Que la persona sufre fobia social o ansiedad patológica pueden ser factores que influyan, aunque no son determinantes. La edad tampoco parece un factor relevante, ya que puede darse tanto entre jóvenes como en adultos.

El problema no tiene tanto que ver con la dificultad del examen, sino con cómo la afronta la persona. Además conviene tratarlo a tiempo, ya que a menudo la ansiedad de evaluación puede tener efectos más allá del examen concreto.

A partir de un episodio de mente en blanco, la persona puede evitar a toda costa presentarse a otro examen.

LA MOTIVACIÓN ANTE TODO

Los concursos u olimpiadas son un tipo de examen cuyas condiciones resultan idóneas para que las personas experimenten la ansiedad de evaluación, tal y como reconocen los especialistas.

Algunos alumnos presentan ansiedad junto con el consecuente bloqueo mental que provoca que fallen en su intento. Los tutores especializados en preparar a los candidatos para este tipo de eventos, tienen la tarea de alistar la mente de los alumnos que llegan con mucho miedo al fracaso y lo primero que deben intentar hacer es motivarlos y animarlos a no desmotivarse y perder el miedo.

¿CÓMO EVITAR LA ANSIEDAD DE EVALUACIÓN?

Frente a la perspectiva de un examen, se debe evitar estudiar durante tiempos prolongados sin dejar espacio para el ocio y el descanso. El síndrome de sobreentrenamiento se presenta cuando el cerebro está tan cansado que por más que el alumno siga estudiando, ya no rinde la parte cognitiva del cerebro.

El síndrome puede afectar el desempeño el día del examen, al bloquearse los accesos a los canales del conocimiento adquirido.

Imaginarse el día del examen y evaluar el nivel de ansiedad que provoca es un ejercicio que debe ser parte de la estrategia de estudio, según sugieren los especialistas.

Si los pensamientos negativos y la ansiedad son excesivos durante ese ejercicio, se debe consultar a un terapeuta. Además de hablar con colegas sobre los miedos para evitar la sensación de aislamiento.

Durante el examen también existen formas para relajarse y evitar el episodio de la mente en blanco. ¿Una solución? Respirar. Previo al examen es importante aprenderse y practicar ejercicios de relajación como la respiración abdominal.

Si la ansiedad se sale fuera de control, se pueden hacer durante el examen y  ayudarán a aclarar la mente. Nadie se dará cuenta y así se podrá reducir la ansiedad.