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Ya dejen de ...

Datos de principios del mes indican que de acuerdo a los informes del centro de concentración de datos del Covid-19, el Hospital John Hopkins, el primero de octubre del 2020, hubo en México 432 decesos, la mayoría de ellos asociados a condiciones previas de alto riesgo, para hacer un total acumulado de 78,078 durante toda la pandemia

En apenas un día, la carta enviada por la comunidad científica y sanitaria a los partidos políticos y a los gobernantes de España, logró recaudar más de cien mil firmas y pronto habrá de convertirse en una demanda popular con carácter vinculante para llevar adelante la iniciativa de que cese la confrontación política y se permita llevar a cabo una gestión de la pandemia basada sólo en criterios científicos. Esta petición forma parte de las manifestaciones que se están realizando en prácticamente todo el planeta.

Ayer, durante la comparecencia del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, la senadora Lilly Téllez, de Acción Nacional (llegó al Senado por Morena) lo nombró “pequeño virrey del país de las camas vacías y de los muertos en casa”, le hizo entrega de un bastón de mando y señaló: “Con su lealtad a ciegas al presidente, usted sólo ha dado palos de ciego”. Lo que es fácilmente refutable en base a las estadísticas de contagios y decesos y los reconocimientos. 

Ya dejen de ...

Datos de principios del mes indican que de acuerdo a los informes del centro de concentración de datos del Covid-19, el Hospital John Hopkins, el primero de octubre del 2020, hubo en México 432 decesos, la mayoría de ellos asociados a condiciones previas de alto riesgo, para hacer un total acumulado de 78,078 durante toda la pandemia. En sentido comparativo, hay que señalar que los Estados Unidos llevan ya 212 mil personas que han muerto por infección de Coronavirus; en la India son ya más de cien mil y en Brasil, han superado los 145 mil, esto es, el doble que en México. Además, aquí vale decir que la ocupación hospitalaria es de las más bajas del mundo, con apenas un 23 por ciento de camas equipadas con ventiladores neumáticos y demás equipos para tratar los efectos del Covid-19.

No sólo al interior se está trabajando. Recientemente la Organización Panamericana de la Salud reconoció la iniciativa que el gobierno mexicano presentó ante la Organización de las Naciones Unidas (aprobada por 179 de los 194 estados miembros) para asegurar el acceso global a medicamentos, vacunas y equipo médico para enfrentar el Covid-19. La presidente del organismo, Carissa Etienne, se dijo segura de que una colaboración entre el liderazgo de México y la experiencia de la OPS será clave para un alivio que, “estamos seguros, pasará a la historia por su invaluable aporte en la prevención de millones de infecciones de Covid-19 y para salvar incontables vidas humanas; en particular, de aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que muchas veces son dejados atrás”. Gran compromiso.

Puede afirmarse que la senadora Tellez tuvo más interés en lucirse que en denunciar alguna deficiencia en el sistema de salud que se encarga de la pandemia. Una vez más, los problemas específicos se tornan de carácter político con el propósito de afectar a quienes conducen los destinos de la nación con un criterio humanista y con estricto apego a la norma constitucional. El presidente lo dijo: “ese ambiente no ayuda, se que están molestos porque ya no puede robar, se quedaban con impuestos, están molestos columnistas y dueños de medios, no todos, que recibían millones de pesos y de repente se termina eso”.

Si los constantes embates no han mellado las políticas de la actual administración, quizá sería una buena idea que la oposición cambie de tácticas y busque alternativas de solución que no sean más de lo mismo. La corrupción no se ha acabado; pero, como el viejo y conocido refrán asegura que “tanto va el cántaro al agua, que se rompe”. Ya no más fortunas improvisadas al margen de la ley, ya no más robos a los pobres y saqueos a la nación. Los sensatos lo han entendido, los otros siguen montados en su macho.

Volviendo a la madre patria, respaldada por 55 sociedades científicas y médicas, la carta advierte de que la lentitud burocrática en resolver asuntos legales, técnicos o administrativos sólo consigue agravar las soluciones. La petición recopila el decálogo de recomendaciones que se consensuaron en el I Congreso Covid-19 que se celebró en septiembre, y se ha convertido ahora en una reclamación para sumar firmas a través de la plataforma de participación ciudadana Change.org., que ya superó los 100 mil participantes.

El reclamo mayor es que: “Frenen ya tanta discusión y corran a la acción”, además de la petición de estas sociedades, que han demandado un protocolo nacional que establezca criterios comunes de base exclusivamente científica, “sin la menor interferencia ni presión política”. En México las decisiones las toman las autoridades sanitarias no los políticos y por eso llaman al subsecretario Gatell virrey. ¡Vaya!