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Se les acabó el corrido

La burla trágica del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, cuando impedía que se diera un aumento de emergencia a los salarios mínimos, y luego lanzaba de su ronco pecho que: “Desde la primera ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio  de la América del Norte, quedó claro que el tema de los salarios en México no entraría en los convenios, por ser tratarse de un tema de política interna”, ¡kaput!

Ayer, el coordinador del PRI en el Senado de la República, Miguel Ángel Osorio Chong, consideró que el nuevo acuerdo comercial para América del Norte habrá de servir para fortalecer los salarios en México y subrayó que sería un error que el Poder Legislativo tratara de modificarlo. Expresó: “La verdad es que ven fortalezas en nuestro país y ven que entre todos podemos hacer una región competitiva, entre las más competitivas en el mundo; este tratado debe de servir para fortalecer los salarios, para traer mejores inversiones y mejores remuneraciones para los trabajadores en sus salarios”. Así es.

Se les acabó el corrido

Napoleón Gómez Urrutia, el líder minero que ocupa un escaño en la Cámara Alta, fue tajante al afirmar: “Este convenio ataca los intereses creados que han fomentado la explotación de la mano de obra con prácticas esclavizantes; contratos de protección, de sindicatos blancos de los que se beneficiaba la avaricia y la ambición de algunos grupos empresariales”. Salarios mínimos diarios de 88 pesos, jornada laboral de 12 horas, negación de prestaciones, seguridad en el trabajo y adecuada condición laboral.

Con los acuerdos preliminares logrados entre los tres países, dijo el abogado laborista Óscar De la Vega: “México ha asumido compromisos para la aplicación efectiva de los derechos laborales fundamentales en la legislación nacional, entre ellos la libertad de asociación, la eliminación de cualquier forma de trabajo forzado de niños y niñas, de discriminación; además de proveer condiciones de trabajo aceptables sobre el salario mínimo, la jornada laboral y la seguridad e higiene”. El Senado tiene una gran tarea.

Es ahí donde se decidirá finalmente la nueva tónica del acuerdo de libre comercio, que ya no puede ser de beneficio para una parte privilegiada del sector empresarial, cuyos ingresos han sido superlativos en comparación con los salarios de los trabajadores.

Y para actuar en consecuencia, el Pleno del Senado de la República ratificó por unanimidad el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo a la Aplicación de los Principios del Derecho de Sindicación y de Negociación Colectiva, adoptado en Ginebra, el 1 de julio de 1949. En votación nominal, por 78 a favor y cero en contra, se aprobó el instrumento internacional que establece que los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo.

Antes, los legisladores mexicanos se resistían a adoptar este Convenio 98, que viene desde mediados del siglo pasado, por la complicidad con el sector patronal que ha ido achicando constante y paulatinamente los ingresos de los trabajadores, al grado de que se reconocen que son insuficientes para cubrir las necesidades básica del obrero.

Actualmente, el Convenio 98 ha sido firmado por 164 países de los 187 que forman parte de la OIT. El protocolo establece los siguientes principios: Artículo 1, protección a los trabajadores contra todo acto de discriminación que menoscabe la libertad sindical; Artículo 2, protección a las organizaciones profesionales contra todo acto de injerencia; Artículo 3, creación de organismos que garanticen el derecho de sindicación y Artículo 4, estimular y fomentar la negociación colectiva.

En los Estados Unidos se consideran como ‘dumping laboral’ y competencia desleal los bajos salarios; en Canadá se consideran inhumanos e ilegales. Así que…