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¿Qué festejamos?

Son vivas que honran el legado de nuestros padres y madres fundadores de la república

El pasado 15 de septiembre volvimos a conmemorar un aniversario más de nuestra independencia nacional. La costumbre y la inercia de los años nos invita a recordar estas fechas como días de asueto y también con momentos de fiesta, asociados con silbatos, serpentinas, confeti, papel picado, banderas tricolores, jorongos, sombreros, bigotes espesos, cuetes y pirotecnia, alumbrados con las imágenes de los próceres nacionales, música de mariachis en especial el son de la negra, y por supuesto y no menos importante, los colores, olores y sabores de nuestra tradicional comida y bebidas mexicanas. Un gran preludio, para qué a las 11 pm, gritemos en una sola voz: ¡Viva México!

Son vivas que honran el legado de nuestros padres y madres fundadores de la república, pero también exalta lo que otros héroes desconocidos han hecho en favor del país que cumplió 209 años de haber iniciado el movimiento independentista, para lograr auto determinar soberanamente a una nueva sociedad que emergía como producto de un mestizaje étnico, social, cultural y político, después de haber sido una colonia de dominio español por más de 300 años.

¿Qué festejamos?

Sin duda son de los festejos que une a los mexicanos en donde sea que se encuentren y también simbólicamente, reafirma nuestra identidad como una sociedad de múltiples méxicos, heterogénea, diversa, plural, multiétnica, multicultural, unida por principios y valores que impulsaron en distintos momentos, otros actores qué también han contribuido a edificar el país que somos hoy, para bien y para mal.

En principio, la fecha cívica de la independencia es para festejar la libertad de la opresión de la que fuimos objeto como sociedad preponderantemente mestiza, no estoy muy seguro si esto también aplica a las comunidades indígenas originarias, las que fueron despojadas violentamente de sus tierras, creencias, usos y costumbres.

Creo que, en adición, debemos de festejar otros aspectos que tenemos como país y que tenemos que cuidar para preservar parte de nuestra esencia nacional y de un acuerdo fundacional que se deriva desde que se formó la república.

En primer lugar, destaco los principios que hemos logrado mantener casi intactos desde el siglo XIX, en donde se reconoce qué por voluntad del pueblo mexicano, somos una república representativa, democrática, laica y federal, y yo agregaría qué al día de hoy, vive en libertad. ¿Cuántos países en Latinoamérica, pueden decir que tienen en la letra y en la realidad, una base consistente de principios y derechos similar a la de México? No es un bálsamo de autodefensa, es claro que hay muchas carencias y necesidades, pero hemos logrado transitar hacia la democracia de manera pacífica y civilizada. Tenemos un arreglo en donde el poder público, debe de estar acotado y vigilado por otros poderes para generar los llamados equilibrios institucionales a fin de evitar arbitrariedad, abuso y corrupción.

En segundo lugar, creo que también se debe de festejar el país que representamos en el exterior, sea por la magnífica expresión de nuestras diversas muestras culturales en donde somos uno de los países con mayor número de registros ante la UNESCO, o bien por ser una de las 15 economías más relevantes del mundo, en donde México, forma parte de 12 acuerdos de libre comercio con 46 países, y en especial forma parte del bloque regional comercial más importante del mundo.

Si, en efecto, hay muchos temas pendientes y de gran apremio, pero también hay muchos otros temas que nos hacen pensar que es posible que la realidad presente pueda ser modificada positivamente, como ya lo hicieron anteriormente otros destacados mexicanos. 

Al haber festejado con la comunidad mexicana en Nueva York el día del grito de independencia y en especial cuando escuchaba el eco, viva México, me quedé convencido que merecemos un mejor futuro y que a pesar de tantos intentos fallidos, se mantiene la esperanza por tener mejores momentos. Ya es hora.