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Mitos y leyendas

En la cultura grecolatina se percibe como los acontecimientos más relevantes de los pueblos de la antigüedad eran convertidos en mitos y leyendas a fin de que pasaran de boca en boca y se fueran constituyendo en los fundamentos de lo que posteriormente sería la historia y luego la literatura.

Son frecuentes las hazañas de héroes de diferente naturaleza que debían cumplir algunas proezas para acceder a algún beneficio o como expiación de culpas por acciones fuera de su libre albedrio.

Mitos y leyendas

Así, Perseo, Hércules o Ulises, deben pasar por pruebas impuestas por un poder que podía dispensar lo mismo favores que castigos. Perseo mata a Medusa, la serpiente con el poder de petrificar a quienes la veían, y la llevó a Atenea, quien la puso en su escudo. Hércules dio cuenta de la Hidra, la serpiente de siete cabezas que cuando se cortaba una brotaba otra, y Ulises enamoró a Cirse, quien le dio el secreto para escapar de Escila, monstruo-ninfa con torso de mujer sobre seis cabezas de perro muy feroces, que destruía a los barcos que se ponían a su alcance.

Ahora, los avances tecnológicos han permitido que los hechos más relevantes que ocurren en cualquier lugar del planeta, sean conocidos en tiempo real, excepto en aquellos casos en que la información se convierte en instrumento de manipulación por medio de los conceptos post-true y fake news. Sin embrago, los mitos y las leyendas no han perdido su encanto y siguen gustando.

Por ello, no es ocioso comparar al nuevo gobierno con los personajes mitológicos que enfrentaron a los monstruos de igual naturaleza. El régimen de la Cuarta Transformación ya ha vencido a un buen número de esos engendros que habían convertido al Anáhuac en un remedo del Averno con los hedores de la corrupción que todo lo contamina y percude; pero, sus trabajos no han concluido. Por el contrario, la tarea apenas inicia y lo que viene será cada vez más duro y difícil.

El combate al robo de petróleo y sus derivados, dejó al descubierto toda una densa trama de intereses de la más disímbola tesitura, que nada tienen que ver con la perforación de un tubo para robar unos litros de gasolina; sino que demuestran con absoluta claridad lo que es la delincuencia organizada cuyos tentáculos están anclados en prácticamente todos los sectores del país, con muy escasas excepciones. Al nuevo régimen no le han temblado las corvas para ir por los delincuentes.

Y, si ya se está haciendo en lo relativo al petróleo, no puede dejar de tocarse la otra pústula que parece igual de cancerosa: el robo de energía eléctrica, que, como el del bitumen alcanzó niveles de sofisticación que se acercan mucho a las escenas, las tramas y los personajes de la mitología griega y romana. 

Como Pemex, la CFE reporta multimillonarias cantidades de pérdidas por robo de energía eléctrica; pero, no dicen que esta no se debe a los "diablitos" que cuelgan los habitantes de los cinturones de miseria que rodean las urbes; sino a las transas colosales entre la empresa y los consumidores de alto volumen a los que se facturan bicocas que no representan ni el diez %.

Con muchas frecuencia aparece en los medios la denuncia de que los trabajadores de la empresa que controla todo lo relacionado con el fluido eléctrico reciben la energía sin costo y que no sólo abusan con altísimos consumos, sino que hacen negocio con los vecinos pasando corriente a precios convenientes, como si tuvieren su propia empresa productora y abastecedora eléctrica.

Luego sigue lo relacionado con los servicios médicos y abasto de medicina en el sistema oficial en el que se hacen fabulosos trafiques que ya quisieran las empresas particulares; y, de ahí pal´real. Se dice que las víboras venenosas del Sáhara habrían brotado de las gotas caídas de la sangre de Medusa; que la Hidra tenía un aliento tan venenoso que con el aniquilaba a sus víctimas, que una de sus cabezas fue usada como arma; que Escila se convirtió en peñón en el que los barcos siguieron chocando, lo que puede entenderse, de acuerdo a las lecciones la mitología, que la muerte de los monstruos no trae consigo el fin de los males, sino que estos siguen afectando luego de que desaparecen.

Se está avanzando y se avanza a paso rápido; pero, no faltan las voces de condena, las posiciones opuestas, las resistencias al cambio con el mismo discursos falso con el que justificaron su vasto catálogo de pillerías. Disque el populismo, que la democracia, que los derechos humanos, que el respeto al queso rallado. Demagogia y sofismas con los que lograron apoderarse de la enorme riqueza del Anáhuac acumulada durante más de medio siglo de desarrollo, progreso y estabilidad.

La "gente bien", los adalides del capitalismo salvaje, que nada tiene que ver con los empresarios que se la juegan todos los días para mantener a flote sus negocios con utilidades legítimas frente a una competencia desleal que produce malo, vende caro y explota a su trabajadores, se desgañitan y despotrica; pero, como en la mitología, a toda Gorgona le llega su hora.