Editoriales > FONDO Y FORMA (ABEL OSEGUERA KERNION)

Las dos vías

Si volvemos a las encuestas el resultado nos dice que ha podido más el hartazgo de la gente.

La campaña presidencial 2018 está explotando en boca de la mayoría de los mexicanos, como debe de ser. Participar, opinar y generar controversia es de lo que trata la democracia, siempre y cuando esta participación se de en un marco de legalidad, pluralidad y respeto a la opinión de los demás.

Las dos vías

        A quienes les ha tocado bailar con la más fea han sido a los seguidores de Morena; acusados de chairos, holgazanes, vividores, huevones, alborotadores e ignorantes. Aun así su candidato; Andrés Manuel López Obrador lleva un amplio margen de ventaja. ¿Cómo puede ser esto? Déjeme le explico:

       La campaña por el lado del segundo y tercer lugar, llámese Meade o Anaya, han centrado su campaña en medios masivos y redes sociales a socavar la imagen de AMLO sosteniendo como primicia el temor a que México se convierta en una nueva Venezuela o en Cuba.

Estos ataques contra el candidato morenista han ido arreciando conforme pasan los días y, creo yo, seguirán en aumento. Ahora se suman los consejos empresariales que manejan unos cuantos billonarios. Si observamos las encuestas con atención nos podemos dar cuenta que lejos de afectar la popularidad del líder ésta no solo se ha mantenido sino va en aumento.

misma que se centra en explotar al máximo los errores del PRI y el PAN en los últimos tres sexenios. Justo es decir que esta estrategia es la más fácil, porque el tabasqueño no necesita hacer mucho para desprestigiar a sus contendientes. Solo basta dejar que los electores metan la mano al bolsillo y vean que no les alcanza para nada.

Por otro lado está la estrategia planteada por López Obrador, Y mientras Anaya y Meade hacen alusión a la escasez de productos en Venezuela, los mexicanos de nada les sirven los anaqueles llenos si no tienen cómo pagar.

Así las cosas, podemos sugerir que esta elección se ha centrado en esas dos vías estratégicas para ganar el voto popular: la del miedo o la del castigo a los malos gobiernos. Si volvemos a las encuestas el resultado nos dice que ha podido más el hartazgo de la gente y que el miedo se ha perdido desde que nos acostumbraron a vivir con la zozobra de la inseguridad.

¿Miedo a estar como Venezuela? No, más bien miedo a ser asaltado o secuestrado. ¿Miedo a una mala economía? Ya no nos alcanza para comer, medicinas, vestido. ¿Miedo a perder mi empleo? Si no tengo.

       Al pueblo de México le ha ido tan mal estos últimos cinco sexenios que ha perdido el miedo al cambio. De hecho quieren un cambio real y López Obrador se convirtió en la única oposición verdadera en el país. Y cada ataque a su persona y hasta cada error que ha cometido le ha sido condonado por el electorado por el simple hecho de ser el único que ha enfrentado a los malos gobiernos.

       Esta elección nos va dejar enormes enseñanzas, debemos estar atentos y aprender de los fenómenos sociales y culturales manados de la misma.

Esta elección genera dos vías: la de la especulación y la de la evidencia. La especulación de que con López Obrador podemos estar peor contra la de la evidencia de los malos gobiernos del PRI y el PAN. A eso se reduce todo: votar por la especulación o votar por la evidencia.