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Las cuentas del gran capitán

Un viejo y conocido refrán dice que: “No es que el niño esté gordo, lo que pasa es que está mal fajado”

Un viejo y conocido refrán dice que: “No es que el niño esté gordo, lo que pasa es que está mal fajado”, con lo que se pretende decir que una es la realidad y otra la apariencia. Ora viene a resultar que la administración pública federal no tiene recursos suficientes para hacer frente a sus compromisos y argumenta disculpas de los más disparatado, en las que no falta la disminución de los ingresos por la caída de los precios del petróleo.

Si se echa mano de las informaciones publicadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a través de la Dirección General de Estadística de la Hacienda Pública y de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública, resulta que los ingresos comparativos de enero del 2016, cuando se tuvo un ingreso total de 244,662.4 millones de pesos, son menores a lo recaudado en enero del 2017, cuando se captaron 257,036.3.

Las cuentas del gran capitán

La diferencia entre lo recaudado el primer mes del 2016 y el del 2017, es de 12,373.9 millones de pesos, suficiente para solventar con holgura todas las obligaciones de la federación, incluyendo los gustos y caprichos que se gastan algunos uncidos a la ubre presupuestal, como los diputados que se dieron un abultado bono de fin de año o los del INE y el TRIFE, que no tienen llenadera ni otro cosa. Son cantidades pantagruélicas.  

Los mayores ingresos del gobierno federal son por el Impuesto Sobre la Renta, que sigue siendo alto y castiga más el ingreso de las clases medias, pues los dos extremos del espectro cautivo, los más pobres y los más ricos, no pagan; unos porque no tienen y los otros porque no quieren. En el 2016, el ingreso por el ISR, fue de 128,380.5 y el del 2017, de 143,703.7, con una diferencia notable a favor de 15,323.2 millones de pesos. El segundo rubro de más alto ingreso es el Impuesto al Valor Agregado, que es fuente de muchas marrullerías y de enorme corrupción porque el gobierno no ha querido idear los mecanismos que permitan que lo que paga el consumidor vaya a las arcas oficiales (¿Va a querer nota o factura? En la factura se le carga doble el IVA). En el 2016 llegó a 77,924.7 millones de pesos, y en el 2017 a 75,802.5, con una baja de 2,122.2 millones por la caída del consumo derivada de la decisión de mantener deprimidos los salarios.

El ingreso que se perdió por el IVA, también se apareció con la absurda aplicación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios a la gasolina (que paga igualmente el IVA, lo que termina siendo un impuesto sobre otro impuesto), que dijo el diputado Javier Octavio Herrera Borunda (PVEM): “las medidas adoptadas por el Ejecutivo son de un gobierno responsable”, en respuesta a las airadas palabras de su homónima Rocío Nahle García, de Morena, quien afirmó que: “El gasolinazo recaudará 257 mil millones de pesos en 2017. Son 73 mil millones de pesos más en IEPS de lo obtenido en 2016”.

Siguiendo con los comparativos de enero a enero, por IEPS en el 2016, fueron 31,821.3 y en el 2017, de 29,850.7, con una diferencia de 1,970.6 millones de pesos por el menor consumos de gasolina debido al alza inmoderada que sufrieron sus precios al liberarse. El Impuesto a la Gasolina y el Diesel, también disminuyó por las mismas razones. En el 2016 fue de 18,350.2 y en el 2017 de 18,075.9, arrojando un déficit de 274. 3 millones.

En términos definitivos, la administración pública federal capta más ingresos ahora que en los mismos periodos del año pasado, aunque el consumo de gasolina haya bajado los índices en algunos indicadores. El punto fuerte sigue siendo el ISR, que en México se modificó sin llegar a convertirse en pie para una auténtica reforma fiscal de gran calado.

Una reforma fiscal como la que está planteando el gobierno de los Estados Unidos a fin de reactivar la economía echando a volar la planta productiva para generar el círculo virtuoso de producción-empleo-consumo-contribuciones. Por lo pronto, tanto el Impuesto Sobre la Renta como el Impuesto al Valor Agregado, son más altos en México que en los Estados Unidos. El IVA es el doble en el Anáhuac que en la tierra de Trump.