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La mejor política interior es la exterior

La reacción en México a la visita ha sido de aprobación, a pesar de la crítica unánime del comento pool mexicano

La crispación política impide ver objetivamente lo que pasa en el país. La visita de AMLO a Washington muestra la intolerancia de los opositores de la 4T. Tal parece que la admonición bíblica del presidente cobra vigencia: “El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo desparrama” (Lucas). Los opositores aceptan que hubo un buen manejo diplomático y que “salió bien, porque no salió mal’. Hay un regateo mezquino y poco constructivo sobre la primera incursión internacional.

La crítica al viaje de AMLO se ha centrado en lo que no se hizo: No se concertó ningún acuerdo político; no se habló de migración, seguridad y cuestiones fronterizas; no hubo contacto con Biden; no hubo contacto con miembros de la Casa de Representantes; no se dio reunión con grupos de migrantes mexicanos, a pesar de la importancia del envío de las remesas (E.Berruga).

La mejor política interior es la exterior

En las visitas oficiales se negocia una agenda previa a la que hay que ajustarse. Se evita así lo que ya alguna vez hizo la anti diplomacia mexicana, nada menos que a Fidel Castro, con el legendario “comes y te vas”. La visita a Washington salió bien, no porque no saliera mal, sino porque fue la mejor opción. La preocupación de que AMLO encendiera una antorcha electoral estadounidense se ha disipado. A la fecha ni republicanos ni demócratas la han utilizado electoralmente.

Una mirada económica indica que después de la pandemia los países quedarán debilitados. México no será la excepción por lo que parecía jugar a dos bandas, con acercamientos a China que suministró equipo médico, pero también con su vecino histórico, socio y amigo. Por ello la reunión de Washington es prometedora si México aprovecha el cambio geopolítico generado por Covi-19. Desde semanas antes Cristopher Landau, el embajador de EU había advertido la gran oportunidad para México de ocupar el lugar de China en un nuevo sistema de cadenas de producción y distribución. El encuentro AMLO-Trump podría modificar la tentación de acercarse más a China. Lo oportuno sería ocupar el vacío comercial que dejará el distanciamiento China-EU.

El discurso de AMLO en la Casa Blanca apunta a esta posibilidad. Al referir el déficit comercial de la región, (no exclusivamente de México) y la necesidad de revertirlo, la lectura es que las cadenas de distribución podían mudar de China a México. En otra oportunidad AMLO fue más directo al señalar que el TMEC será fundamental para México, especialmente ahora que la planta productiva China enfrenta los problemas derivados de la pandemia.

Así lo entendió Robert O’Brien, el National Security Advisor, en entrevista nada menos que con Lou Dobbs, otrora la piedra en el zapato mexicano, para analizar el encuentro de los presidentes y las enormes posibilidades de México de ocupar el vacío previsible que dejará China.

La reacción en México a la visita ha sido de aprobación, a pesar de la crítica unánime del comento pool mexicano. Así lo muestra la encuesta de <i>El Financiero</i> sobre la visita: 47% piensa que fue un éxito, 25% un fracaso y 28% no sabe. 59% cree que ayudará a crear más empleos en el país, mientras 33% piensa que no y 8 % no sabe. 53% cree que no ayudará a Trump a reelegirse, 30% piensa que sí y 17% no sabe.

AMLO había dicho, entre las muchas cosas extrañas que se le ocurren, que la mejor política exterior es la interior. Con el viaje es probable que reconsidere: la mejor política interior es la exterior. Por lo pronto, de las pocas cosas que el gobierno puede presumir está la visita diplomática y semanas antes la elección abrumadora de la ONU para que México ocupe un lugar en el Consejo de Seguridad. El reto y la importancia no es menor y México tendrá en el Consejo un representante excepcional por su formación, sus antecedentes, sus cualidades políticas, académicas y morales. Juan Ramón de la Fuente habrá de poner en juego su experiencia como Rector de la UNAM y como Secretario de Salud en el complicado manejo de la realpolitik internacional. Seguramente tendrá, como ha ocurrido en sus encargos anteriores, el éxito que México merece.