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Hacer ¿Qué?

Ayer, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que México no estaba haciendo nada para detener las caravanas de migrantes provenientes de Centroamérica que utilizan el territorio mexicano para llegar a suelo americano a fin de solicitar asilo o refugio. La pregunta no se hace esperar: hacer ¿qué? El gobierno mexicano ha implementado diversas acciones con el fin de amortiguar los efectos de la ola migratoria; pero, por  problemas propios, no puede hacer más.

México ha quedado atrapado en una lucha de titanes en la que no tiene nada qué ver; por un lado, el presidente de la nación más poderosa del orbe con una serie de medidas de alto impacto cuyo objetivo es acrecentar las simpatía de los votantes del Partido Republicano y del ala conservadora de la sociedad estadounidense a su favor para lograr su reelección, insistiendo machaconamente en la erección de un muro a lo largo de la frontera entre los dos países y paralizando al gobierno.

Hacer ¿Qué?

Por el otro lado, el Partido Demócrata y los sectores liberales de la Unión Americana, que están en contra de la barda y se han manifestado por reactivar las instancias de la administración federal, buscando una negociación que sea benéfica para todas las partes, incluyendo a los migrantes que están demandando ingreso a los Estados Unidos, una nación formada por capas superpuestas de gente venida desde todos los confines del planeta, que han contribuido a su desarrollo y fortaleza.

En ese cerrado encuentro, algunos medios estadounidenses han señalado, con todas sus letras que las caravanas de centroamericanos son financiadas por simpatizantes del gobierno con el objetivo de sembrar miedo y acrecentar el apoyo a las políticas conservadoras. Antes de las elecciones de noviembre pasado, la politóloga Melissa Michelson, profesora del Menlo College, en California, señaló que: "Yo diría entonces que los actuales mensajes del presidente están más que nada dirigiéndose a esa base de electores, a la que trata de movilizar a través del miedo que genera la inmigración ilegal. No se trata de convencer a nadie, sino de hacer que salgan a votar".

En las elecciones, los resultados fueron divididos: el Partido Republicano conservó la mayoría en el Senado, mientras que el Partido Demócrata logró un mayor número de asientos en la Casa de Representantes, con el agregado de que la Presidencia de la Cámara de Representantes quedó en manos de una política experimentada y muy aguerrida, Nancy Pelosi, quien ayer mismo dijo al presidente Trump que su nueva propuesta para reabrir el gobierno federal era inaceptable y que formaba parte de una compilación de varias iniciativas rechazadas previamente. Todo queda igual.

Pero, volviendo a la pregunta. México no puede hacer nada para detener a las personas que van en busca del ejercicio de un derecho que les concede la Ley de Migración de EU. Al respecto, 

El portal de U.S. Immigration Support, señala que: "Las personas perseguidas en sus países de origen pueden solicitar el estatus de refugiado, asilado o protegido temporal en los Estados Unidos. Asilado: Quienes se hallen físicamente en los EE.UU. pueden solicitar el asilo, siempre que cumplan con la definición de refugiado y no se les haya prohibido por ley solicitarlo o se les haya concedido el asilo. Refugiado: Un refugiado es una persona que no puede o no quiere regresar a su país de origen debido a un temor bien fundado de persecución o porque su vida de la persona o su libertad están amenazadas. Para solicitar el estatus de refugiado, el solicitante debe encontrarse físicamente fuera de los Estados Unidos. Un año después de la concesión legal del estatus de asilado o refugiado en los Estados Unidos, el solicitante puede solicitar una Green Card y, con el tiempo, la Ciudadanía de los Estados Unidos". Si están vigentes estas leyes, ¿Qué hacer?

El periodista hondureño Bartolo Fuentes fue muy preciso al señalar: "De unos nueve millones de habitantes que tiene Honduras, el 70% vive en pobreza y de estos, el 49% vive en extrema pobreza. Esa gente no tienen nada: ni casa, ni trabajo, ni tierra. No tiene más que tres camisetas y tres pantalones y eso lo mete en una bolsa y se puede ir para cualquier lado. Por muy mal que le vaya a la gente en otra parte, va a estar mejor que en Honduras. 

Se llevan a sus hijos porque no hay nada para ellos en el país. Y lo más importante: la gente no tiene esperanza de que nada vaya a cambiar. Porque en las elecciones pasadas —en las que el presidente se presentó de nuevo a pesar de que la Constitución impide la reelección—, la gente votó para que se fueran los que provocaron esta situación; pero, por la fuerza, con fraude electoral y con balas, el gobierno se impuso, entonces la gente perdió la esperanza, que era lo último que tenía. Y se van".

Así, ¿cómo puede el presidente Trump tuitear?: "México no está haciendo NADA para detener la Caravana que ahora está completamente formada y se dirige a Estados Unidos. Nosotros hemos parado las últimas dos, muchos (migrantes) están todavía en México pero no pueden atravesar nuestro Muro, se necesitan muchos Agentes Fronterizos si no hay ningún Muro. ¡No es fácil!".