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El elixir de la juventud

Apenas, el Papa Francisco había dicho que una fe auténtica implica siempre un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo bueno tras nuestro paso por la tierra, cuando, ayer, envió un mensaje a los participantes en la vigilia mariana previa al Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes. Dijo: “No tengáis miedo a equivocaros y de aprender de vuestros errores porque así se va hacia delante.

Ayer mismo, la casa Sotheby’s, que tuvo a su cargo la subasta del auto Lamborghini Huracán del Papa Francisco recibió 715 mil euros, poco más de 854 mil dólares, según el anuncio que hizo a través de sus redes sociales, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, que recibirá el 70% de lo recaudado para los proyectos que realiza con cristianos en Irak, que sufrieron la persecución del grupo terrorista musulmán Estado Islámico. El restante 30% irá en partes iguales para los grupos “Amici per il Centrafrica Onlus”, Groupe International Chirurgiens Amis de la Main (GICAM) y la Asociación Comunidad Papa Juan XXIII, que asisten a pobres en África y otros lugares.

El elixir de la juventud

Cabe señalar que el automóvil deportivo de la marca italiana Lamborghini, todo personalizado, fue regalado al Papa Francisco el 15 de noviembre de 2017, antes de la Audiencia General y frente a la Casa Santa Marta en el Vaticano. El lujoso auto está pintado con los colores de la bandera del Vaticano, y fue firmado por el Santo Padre.

Con palabras que llegan a los más profundo, el Papa reitera en su comunicado a los jóvenes que: “No tengáis miedo de ser santos, mirando a María, a San Gabriel y a todos los santos que os han precedido y os muestran el camino. Ellos son una profecía de paz y de reconciliación para toda la humanidad. No me cansaré nunca de repetirlo: no levantéis muros, construid puentes”. Insta a los muchachos a ser valientes en el bien.

Ante la cerrazón de quienes se han convertido en acólitos del becerro de oro, que ven más provecho en la riqueza que en el sentido humanos y que han llevado al extremo la desigualdad entre los que tienen en exceso y los que de todo carecen, afirmó: “Enseñad a los adultos, cuyo corazón a menudo está endurecido, a elegir el camino del diálogo y de la concordia, para entregar a sus hijos y a sus nietos un mundo más hermoso y más digno del hombre”. Un mundo de paz, de justicia y de misericordia.

Para los miembros del Sínodo de Obispos, también tuvo palabras importantes, cuando les reitera que: “los jóvenes no muerden, pueden acercarse y tienen entusiasmo, y vosotros además del entusiasmo tenéis la clave del futuro”, instándolos a que el evento a sobre los jóvenes, a realizarse en octubre de este año, sea una fiesta de alegría, entendimiento y encuentro, en que la rebeldía y la energía de los jóvenes de pie a una nueva etapa dentro de la Iglesia, para que e mundo recobre a esperanza.

De gran impacto fueron las palabras en el mensaje hace llegar a los jóvenes, instándolo a no permanecer callados o apáticos, menos temerosos frente a los retos del hombre moderno, dijo: “Y si alguno –incluidos vuestros padres, vuestros sacerdotes y vuestros maestros– intentan cerraros la boca, recordadles que la Iglesia y el mundo necesitan también de jóvenes para rejuvenecerse a sí mismos”. Ni que decir que la carta leída en el recinto del Santuario de San Gabriel de la Dolorosa, en Roma, dejó un gran impacto entre los integrantes del Sínodo, entre los jóvenes y los demás asistentes al evento de lo que será el mayor acontecimiento de la Iglesia dedicado a las nuevas generaciones, para estimular su interés por las codas del espíritu y superar el atroz materialismo que todo los pervierte y los contamina, haciendo del hombre el lobo del hombre, sin respecto alguno para los más caros valores entre los que se encuentra la propia vida del ser humano.

El Papa dijo en enero, en el Perú: “Cuando Jesús nos mira, no piensa en lo perfecto somos, sino en todo el amor que tenemos en el corazón para brindar y para seguirlo a Él. Para Él eso es lo importante, eso lo más grande, ¿cuánto amor tengo yo en mi corazón? Y esa pregunta quiero que la hagamos también a nuestra Madre: Madre, querida Virgen María, mira el amor que tengo en el corazón, ¿es poco?, ¿es mucho?, no sé si es amor”.

Por ello, ahora convoca a los jóvenes a manifestarse, con el elixir de la juventud.