El adiós a una gran juzgadora

Una funcionaria jurisdiccional intachable que forjó su carrera judicial a base de estudio, tenacidad y honestidad

El mes de marzo, se nos adelantó en el tránsito por esta vida la Sra. Ministra Fausta Moreno Flores de Corona. La Cuarta mujer en ocupar un sitial en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Una funcionaria jurisdiccional intachable que forjó su carrera judicial a base de estudio, tenacidad y honestidad. 

El adiós a una gran juzgadora

Si me permiten que entre por la senda de la memoria: Es la apacible provincia poblana, lugar donde se conjugan: serenidad, belleza, y tradiciones, el ambiente que rodea el nacimiento de Doña Fausta.

En 1952, ingresó a la Facultad de Derecho de la UNAM, un ambiente con poca presencia femenina.

Esa férrea disciplina que siempre la caracterizó, la motivó a incorporarse al mundo laboral. En 1956 Ingresó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde logró diversos ascensos, desde Practicante de Abogacía, hasta la Dirección General del Impuesto Sobre la Renta. 

En 1969, el joven Ministro de la Suprema Corte, Don Carlos del Río Rodríguez, conociendo la capacidad y profesionalismo de Doña Fausta, la nombró Secretaria de Estudio y Cuenta adscrita a su Ponencia, en la 2ª. Sala de ese Alto tribunal. A partir de este momento, inició su brillante carrera en el PJF.

 En esa época, para los Ministros integrantes de la 2ª. Sala era imposible pensar en nombrar a una mujer como Secretaria de Estudio y Cuenta, sin embargo, Don Carlos representaba la juventud, el cambio, la sangre nueva de esos tiempos y sin vacilación alguna, la propuso. Doña Fausta fue la primera mujer nombrada Secretaria de Estudio y Cuenta en la 2ª. Sala de nuestro Máximo Tribunal.

Su brillante actuación motivó que en 1978, fuera designada por el Pleno de la Suprema Corte, a propuesta del Ministro Jorge Iñárritu, como la 1ª. mujer Juez de Distrito en CDMX,  y 2ª. en la república, fue adscrita al Juzgado Tercero en Materia Administrativa.

Es esas fechas los Ministros de la Corte se mostraban cautelosos en los nombramientos de mujeres como Juezas de Distrito, pues preferían designarlas Magistradas de  Colegiados de Circuito, con la idea de que dos varones las protegerían profesionalmente. Por eso el reconocimiento de los Ministros al trabajo desarrollado por Doña Fausta fue mayúsculo, pues le manifestaron su confianza nombrándola Juez de Distrito. En donde demostró que la seriedad y el profesionalismo en el trabajo nunca riñeron con el trato amable y educado hacía su personal, litigantes y autoridades.

Siendo Juez de Distrito,  Doña Fausta recibió la invitación para ser Ponente en la I Reunión Popular para la Planeación de la “Participación de la Mujer en el Desarrollo”, que se llevó a cabo en Colima, en donde con valentía, conocimientos, y experiencia abordó el tema del “Tratamiento Jurídico de la Mujer”.

Esta intervención la concluyó exhortando con vehemencia a sus congéneres al señalar que:”…la mujer debe tomar conciencia de su fuerza y capacidad… Lo que aún se le niega, debe conquistarlo; nunca pedirlo, jamás suplicarlo, ya que posee los instrumentos legales para su obtención…”

El 30 de agosto de 1983, fue propuesta para el cargo de Ministra de la corte, por el entonces Presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado y ratificada por el Senado. Fue adscrita a la entonces 4ª. Sala y, a partir de abril de 1985, a la 2a., donde su acostumbrado desempeño serio, dedicado y responsable, así como su lucha por la igualdad de derechos de las mujeres,  dejó su huella indeleble.

La pesadumbre de su partida gravita en nuestro corazón. Nos queda el privilegio de haber coincidido en su existencia, de haberla querido y admirado, de haber compartido sus empeños. Descanse en paz. Nuestro más sentido pésame a su esposo el Lic. Armando Corona.