Atentado a la inteligencia

Los mexicanos van ganando con el empeño de los medios televisivos de seguir la socorrida pauta de las fake news y la post truth, ambas instrumentos en boga con los que se busca distorsiónar deliberadamente la realidad, con el fin de crear o de influir en la opinión pública generando actitudes sociales encaminadas a la prevalencia de determinados intereses; van ganando porque el hastío obliga a dejar de nutrir sus ideas y pensamientos a partir de lo que presenta la televisión.

Lo último, son las andanadas que han lanzado en contra del Presidente algunos legisladores de poca credibilidad y comentaristas oficiales y oficiosos con respecto a la inminente derogación de la última reforma educativa. Son como aquellos que siguen el cortejo; pero, ni idea tienen de quién es el muerto. AMLO anunció  la suspensión de medidas concretas que lesionan al sistema educativo.

Textualmente, señala que: "Como es de púbico conocimiento, las reformas conocidas como estructurales y la agenda impuesta desde el extranjero durante el periodo neoliberal no han dejado más que pobreza, violencia, corrupción y malestar social. Particularmente, la mal llamada reforma educativa no se ha traducido en una mejoría de la calidad de la enseñanza; en cambio,... ha causado una indeseable polarización en la sociedad, así como una manifiesta erosión social". No hay forma alguna de negar esas afirmaciones del Presidente.

Luego, propone que: "a) La educación pública debe ser obligatoria, laica, pluricultural, de calidad y gratuita en todos los niveles de escolaridad. La Secretaría de Educación Pública (SEP) se atendrá a estos principios en tanto que se alcanza el consenso entre el Congreso de la Unión, los trabajadores de la Educación y la sociedad". Constitucional, claro y nítido por donde se le vea.

Además: "b) Mientras el proceso de diálogo no termine en una acuerdo, las otras instancias del Poder Ejecutivo Federal involucradas dejarán sin efecto todas las medidas en las que se haya traducido la aplicación de la reforma educativa". Si alguien encuentra invasión de facultades o involucramiento del Poder Ejecutivo en la competencia de los demás Poderes de la Unión, que lo diga ahora y lo demuestre con los pelos de la burra en la mano; si no, que calle para siempre.

Por otro lado, pide que: "c) La nómina del sector educativo quedará bajo el control de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la cual impedirá prácticas patrimonialistas, "aviadores" y cualquier otra forma de corrupción. La SEP, por su parte, administrará las plazas magisteriales, evitará que se trafique con ellas y se garantizará la contratación de maestros egresados de las normales públicas. Así mismo, la SEP reinstalará a los educadores que fueron cesados por la aplicación de las evaluaciones punitivas". Claro que les dolió, por ello pegan el chillido; pero, se acabó la corrupción.

En el cuarto y último apartado, dice: "d) La Secretaría de Gobernación realizará las diligencias y acciones necesarias para poner en libertad a la brevedad a los maestros y luchadores sociales que todavía se encuentren en prisión por haberse opuesto a la susodicha reforma o por haber participado en otras causas sociales justas, así como a retirar las imputaciones legales formuladas por instancias del gobierno federal para castigar activismos pacíficos en lo político, social, laboral, ambiental, agrario y de defensa del territorio. De igual modo, deberá indemnizar a familiares de quienes perdieron la vida por la política autoritaria que prevaleció en los gobiernos anteriores".

Este don Andrés Manuel no parece presidente de México; más bien se ve y se siente como un mandatario de los países nórdicos, donde desde tiempo inmemorial se practica una política antropocéntrica, en la que el ser humano y su hábitat son el motivo y la razón de las políticas públicas. La 4a. Transformación va cobrando forma y sentido a medida que avanza la restauración de la grandeza que tuvieron México y los mexicanos durante los regímenes revolucionarios.

El mensaje, que pocos de los críticos feroces han leído y menos aún han entendido, termina diciendo que: "Finalmente, aprovecho la expedición del presente memorándum para formular un exhorto a los maestros de todas las tendencias y corrientes a mantener un diálogo permanente, a impedir la confrontación y a buscar una formulación legal que garantice el derecho del pueblo a la educación bajo el principio juarista de que "nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho". Como queda perfectamente evidenciado, no hay lugar, causa, motivo o razón para críticas mordaces y venenosas.