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URGE CREAR FONDO DE APOYO POR COVID

Esto es como en el box: un pleito desigual no va a despertar el interés de la afición

Notables cambios de actitud han venido mostrando los gobernadores de las entidades que visita el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR. En esta semana anduvo por Guanajuato y Jalisco y los mandatarios estatales estuvieron muy respetuosos, tirando a melosos, lo que pone de manifiesto que ya quedó atrás el tiempo de las beligerancias.

Y qué bueno que sea así, a nadie conviene que el presidente y gobernadores anden empleitados porque además sería una reyerta muy desigual, todos sabemos que en cuanto el presidente lo decida puede tronar a un gobernador como si fuera nuez y de la de cáscara de papel.

URGE CREAR FONDO DE APOYO POR COVID

Por lo mismo no le veo el sentido a tanta cobertura de medios hacia las diferencias con los gobernadores con el presidente López Obrador. Esto es como en el box: un pleito desigual no va a despertar el interés de la afición, de ahí que, en mi personal enfoque no le veía el sentido a tanta información sobre esos episodios si tarde que temprano iban a quedar las cosas en su lugar.

Pero por ahora son otros los problemas que nos traen al punto de quiebre. Hay poco trabajo y los que no han sido contagiados por el COVID están expuestos a contraerlo, y una prueba, la más sencillita, anda sobre 1,500 pesos, que, si sale negativa, a respirar, pero donde sea positiva, a llorar porque ahora si la cuarentena será de confinamiento al cien por ciento y sin posibilidad de salir a ganar dinero.

En este tipo de casos el gobierno ya bien el federal o el estatal y el municipal deberían crear un fondo de contingencia para que apoyen a todos aquellos que van a estar obligados a permanecer en reclusión domiciliaria mientras se desinfecta.

Es un proceso costoso, no tanto por el medicamento sino porque a quien le resulte positivo el COVID queda obligado a recluirse, que, si es de las personas que tienen trabajo formal, la empresa estará obligada a seguir pagándoles el salario, pero esos no son la mayoría. Este tipo de personas están totalmente indefensas, no tienen seguridad social y si por desgracia son víctimas del virus, a ver de que viven.

Entre tanto las autoridades estatales ya están viendo la necesidad de aplicar el Código Penal en todo aquel infectado por el COVID que ande por la calle. Es como un delito contra la salud y no se vale andar por aquí y por allá contagiando a terceros.

Hay mucho que hacer y en lo que menos puede perder el tiempo la autoridad es en reyertas internas.

Por eso es que me sorprendió el que por las redes sociales los llamados “heraldos oficiales” anduvieran sonorizando una campaña de agresión de parte de la Federación hacia el gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, un argumento sin sustento, que además flaco favor le hacen el andar dando entender que ya andan poniendo paja.

García Cabeza de Vaca no necesita ese tipo de ayudas, es más, le estorban, pero todo es cosa de que investigue quien los patrocinó y va a llegar a la conclusión que es como un “fuego amigo”, aunque desde luego sin ser esa la intención.

Entre tanto ya está en la CDMX, aunque en un hospital privado y no en el reclusorio como muchos esperábamos, EMILIO LOZOYA AUSTIN, el ex director general de Pemex, con su valioso cargamento que es dinamita pura en manos de López Obrador. Se puede anticipar que sus adversarios van a volar en fragmentos.

Como estará de amolado el asunto que hasta escritores y uno que otro que dragonea de intelectual recomiendan a los partidos a unirse para salvar a México de AMLO.

De veras, no entendieron la lección de julio de 2018. La gente salió a votar por AMLO no porque los haya engatusado con el mensaje de que los iba a sacar de pobres, cosa que por cierto nunca ofreció, lo que expuso fue que, por el bien de México, primero los pobres, y en eso sí que esta cumpliendo a través de los programas sociales.

Entonces, el que escritores, intelectuales, comentocratas, empresarios y demás ralea de acompañamiento ahora estén urgiendo a un Frente Nacional Anti AMLO no hacen más que demostrar su vanidad. Se están asumiendo como los padres de la patria que tienen que intervenir porque los pobres no saben lo que hacen.

Si convivieran con las clases populares ya se abrían dado cuenta que no tienen nada de tontos. Ellos saben que la única manera de salir de pobre es sacándose la lotería u ocupando un cargo público de los que manejan presupuesto y ya encarrerado, enrolándose en las filas delincuenciales. Son una minoría los que andan haciendo esto último, pero esos ni López Obrador ni el FRENAA ni la mama de ellos les interesa. Andan en lo suyo, bien saben el riesgo que van corriendo.

En pocas palabras, los pobres no son tontos. 

Si arrollaron en las elecciones del 2018 a RICARDO ANAYA y a JOSÉ ANTONIO MEADE, es porque sabían lo que ellos representan y lo que iban a hacer en el supuesto de que llegaran a la presidencia.

Y como prueba de que no andaban norteados. Ahí está un video en donde a RICARDO ANAYA lo cachetearon a billetazos para que cabildeara en la aprobación de la Reforma Energética.

Pero mientras sigan creyendo que los opositores son los listos y los seguidores de AMLO los tontos, les van a repetir la paliza del 2018, y doblada, como dijo PACO IGNACIO TAIBÓ.

Y en la “mañanera” de ayer, desde Colima, el presidente López Obrador hizo un anuncio que puso a temblar a más de cuatro: las aduanas marítimas y terrestres, al igual que los puertos, pasan a ser controlados por el Ejército y la Marina.

El objetivo de tal acción: poner un freno al contrabando y al narcotráfico que se ha generado como consecuencia de la corrupción existente.

Y desde este modesto espacio le envió un saludo muy afectuoso con mis mejores deseos de que pronto recupere su salud mi amigo, el abogado RICARDO HIRAM GONZÁLEZ, reynosense radicado en Ciudad Victoria, en donde ha servido como magistrado del Tribunal Superior de Justicia y del Tribunal Electoral.

Ricardo, con quien me une una vieja amistad, desde nuestra época de ajefistas, recientemente fue sometido a una operación a corazón abierto en el hospital de Picacho, que la paraestatal Petróleos Mexicanos tiene en la CDMX