Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

Un narcisista en casa

El drogadicto, nace o se hace

Hay un desconocimiento total de la enfermedad, como padres cometemos sendos y severos daños emocionales a los hijos, propia miente los empinamos al laberinto emocional, hay que aclarar, que no solo se trata de alcohol y drogas, esta enfermedad es sumamente compleja, perra enfermedad, maldita enfermedad perversa del alma, no es un resfriado, no hay “TIPS”, es genética, es una herencia maldita ,una herencia neurótica qué viene de abuelos a padres y de padres a hijos, él adicto,   nace y se hace en su hogar.- Somos tóxicos.-  Donde las miserias espirituales se manifiestan con padres enfermos, de pésima comunicación, seres raros, sin valores, ni ejemplos dignos, parejas disparejas que pelean por todo y por nada, padres sin tacto ni estructura emocional, sin guía ni cuidado, muchos, apapachan, sobre protegen, pero sea como sea, fabrican drogadictos, enfermos emocionales, pero,  cuando estos se prenden de la sustancia,  todo el mundo sale corriendo echándose culpas uno al otro, buscan la pésima solución de internarlo en un centro de rehabilitación y sale más caro el caldo que las albóndigas, el mediocre drogadicto, se pasa la vida, de un anexo  a otro, recaída tras recaída, el origen de un adicto, estriba en su ansiedad, en sus conductas tóxicas, en su vida ingobernable y puede salir de una clínica o de un centro de rehabilitación, pero si la familia, no trabaja sus emociones y su interior, si no hay un crecimiento espiritual, tarde que temprano, el adicto encontrara todo tipo de pretextos para reventarse, el adicto, tiende a repetir los mismos errores, igual que la familia y no rompe con los viejos moldes un claro ejemplo de ello, me lo dijo Fernando, un farmacodependiente, de 37 años, la mama le tenía pánico,  trabaje con ellos, mi sugerencia, no le des dinero, no le des pastillas, sácalo de tu casa, ayúdale a tocar fondos, ella, se tardó más de tres años en tomar la decisión- 

Un narcisista en casa

Mi madre prolongó mi agonía

Perdí mi programa en la radio -Me corrieron-  quebré en todos los sentidos, quede en la ruina espiritual y siempre tuve dinero para sustanciarme, me madre, pudo haber cerrado esa llave, que en promedio eran más de mil pesos diarios, ella vivía en mi casa por  temporadas, vivió mi decadencia, mis delirios de persecución, fue testigo de mi celotipia infernal, de mi vida incongruente, pero no sabía cómo ayudarme, no tenía la información, se sentía culpable, muy  responsable de mi situación, no hubo límites de su parte, en esa temporada, me fui  vivir con ella a la  CDMX, todas las noches, todo el tiempo, había ron y muchas botellas de licor, yo me empinaba la pata de elefante, de Bacardy, por supuesto, acompañada  de mis paces de cocaína, ahí estuve cerca del año, bebiendo y drogándome de noche, durmiendo de día, estoy seguro, que si mi madre hubiera tenido la información, la orientación, ella, hubiera trabajado en su armonía y hubiera puesto limites, como dejarme sin dinero o échame de su casa. 

No lo hizo, me apapachaba demasiado, diariamente me mandaba el desayuno a la cama a las dos o tres de la tarde, a la hora que me despertara, sin faltar mis cervezas bien frías.-

El hombre llega, hasta donde la mujer lo permite

Cuando voy a las escuelas, les hablo a los niños de mis fondos, de mi vida incongruente.- Le digo.- Trate de matar a mi mujer.- Ahorita estaría en la cárcel sentenciado por asesinato.- Drogado, loco, neurótico, trate de ahorcarla y narro la escena, describo a detalle cómo se encendió mi ira, le despierto la reflexión, al mencionar que yo llegué a ese momento de haber pretendo matarla, porqué ella   lo permitió, yo llegue hasta donde ella quiso que llegara, estoy seguro, que si la primera vez que la insulte, que le grite, que la maltrate, ella, me hubiera dicho.- No voy a permitirme, que me insultes, no voy a permitirme, que tú me faltes al respeto y me hubiera mandado a freír espárragos, no hubiera llegado a ese momento, pero llegue, nunca hubo un límite.-  

Muchas mujeres, no tienen la autoestima sólida, caen en el juego de la enfermedad y permiten que les hagan daño, no tienen respeto por ellas mismas y dejan a una pareja, después, salen de Guatemala y entran a wáter peor, ellas atraen las relaciones toxicas,  cuando hago alguna sugerencia, me dicen.- 

Ernesto,. Eso ya lo trabaje.- Si, pero no lo has trascendido, caíste en el mismo juego,  como que no lo creen, se dan casos, que después de algunos meses, después de haberse librado de un enfermotote, conocen a alguien, al principio, hay fuegos artificiales, es el amor de mi vida, -

Mi príncipe azul.- luego el cuento es otro cuento, se dan cuenta que el tipo está sumamente enfermo, peor que el anterior y mientras no se tenga una liberación emocional, un crecimiento espiritual, una madures e inteligencia emocional, habrán de cometerse los mismos errores.